El secretario general de la UGT en Catalunya, Josep Maria Álvarez se ha despedido del comité nacional, haciendo un balance de la situación actual de la organización sindical y de sus perspectivas de futuro más inmediatas. A partir de ahora, se dedicará a preparar el próximo congreso confederal que se celebrará del 9 al 12 de marzo y no será hasta el 7, 8 y 9 de abril cuando finalice definitivamente su etapa de 7 mandatos y un total de 26 años al frente del sindicato catalán.

Tocará escoger sucesor al cargo de la UGT en Catalunya y hasta el momento, suenan los nombres de Camil Ros, Matías Carnero y Laura Pelay. Tampoco se descarta un candidato sorpresa de última hora, pero de momento el secretario general ha asegurado que "no tiene ningún nombre en la libreta" y que espera que se conforme una candidatura única.

Mientras tanto, Álvarez se postula como el grande futurible para sustituir a Cándido Méndez como secretario general de la UGT en España, un cargo que no se renueva desde 1994. Se aproxima un baile de sillas de alta demanda y gran antigüedad no apto para cardíacos.

Apoyos de peso

La Federación de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT) ha mostrado públicamente su apoyo a Álvarez como candidato de la secretaría general del sindicato, un cargo que de momento parece que se disputará con el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana y el secretario de la Federación de Servicios (FeS-UGT), Miguel Ángel Cilleros.

La candidatura de Álvarez también ha recibido un gran apoyo de la federación de Servicios Públicos (FSP-UGT) y las federaciones de Asturias y Comunidad Valenciana. Con todo, Álvarez suma apoyos por toda España sin dejar claro quién será su sucesor en Catalunya.

No a la reforma laboral

En alusiones al informe presentado por Foment del Treball, Álvarez ha querido exigir a Foment que "no se olvide de que hace cuatro días firmó un acuerdo interprofesional" donde en ningún caso se vinculaba los salarios con la productividad y el rendimiento. También ha insistido en que la reforma laboral no tiene en cuenta la teoría del trabajador que tiene que llegar a final de mes y eso incrementa la precariedad de los trabajadores mediante la creación de riqueza mal repartida.

Por este motivo, Álvarez ha pedido a Foment del Treball que "tome cartas en el asunto" y ponga orden entre los integrantes de su organización, con el fin de que se siga adelante con los acuerdos alcanzados en la negociación colectiva.

Álvarez ha afirmado con confianza efusiva que "hay una mayoría en el Congreso para derogar la reforma laboral." Y contra la precarización de la reforma, la UGT aboga por mejorar la cobertura, las prestaciones de desempleo y los derechos de los trabajadores. La efectividad de la reforma laboral sigue más que nunca en duda y se encuentra en el punto de mira de sindicatos y partidos como Podemos y PSOE.

Sí a un gobierno de izquierdas

Álvarez no ha tenido dudas al mostrarse claramente partidario de un Gobierno de izquierdas como ya ha sucedido en Grecia, Italia, Portugal o Francia a fin de que conjuntamente, se enfrenten al conservadurismo de la Comisión Europea "que sólo exige ajustes a los países pequeños". El objetivo común es reunificar la izquierda europea, tradicionalmente dividida.

"La estabilidad recortadora del PP no nos interesa" ha asegurado Álvarez después de remarcar que los datos del paro y afiliación de enero reflejan nuevamente el carácter estacional de una gran parte del empleo que se crea en España y que cada vez es de "peor calidad", ya que un 91% de los contratos realizados este primer mes del 2016 han sido temporales.

Invitados de piedra

El secretario general ha declarado también que desde la UGT no quieren ser "los invitados de piedra del proceso". La vicepresidenta del Govern, Neus Munté y la consellera de Treball, Assumptes Socials i Família, Dolors Bassa son la prueba personificada de que la UGT representa el sindicato plantel de la política catalana. No hay invitados de piedra que valgan.

'Si te he visto, no me acuerdo'

Álvarez también ha querido reivindicar la necesidad de que se aporten más recursos y una solución de peso, ya que considera que el plan de choque de Pisarello es "claramente insuficiente". Después de 9 meses desde las elecciones municipales, Álvarez ha querido criticar también que las propuestas de salario mínimos planteadas desde diferentes miembros municipales han quedado difuminadas en tierra de nadie, aludiendo a aquel dicho popular que dice "si té he visto, no me acuerdo".

Autocrítica

Antes de finalizar su último discurso como secretario general de la UGT en Catalunya ante el comité nacional, Josep Maria Álvarez ha querido realizar un ejercicio de autocrítica diciendo que "soy consciente que durante estos últimos meses, no he dedicado todo el tiempo que tendría que haber dedicado al congreso [de la organización catalana], por eso en estos próximos meses me dedicaré a trabajar más." A cambio, Álvarez también ha querido señalar su implicación a "fondo" en la confederación estatal.

No se ha mostrado tan autocrítico con respecto al descenso de la afiliación en la Seguridad Social, ya que considera que se ha generado mucho empleo no declarado que puede haber distorsionado en gran medida los datos. En esta línea, Álvarez ha criticado que los organismos oficiales no permitan encontrar la estadística del salario medio del empleo que se está creando. "A veces son tan buenos que nos cuesta creerlo y otros al contrario". Cuestión de estadísticas.

Josep Maria Álvarez en 8 datos:

  • Nacido en Belmonte de Miranda, Asturias, el 20 de marzo de 1956.
  • Secretario general de la UGT en Catalunya desde 1990, después de pasar por la Unión General de Trabajadores, Acción Sindical, la Federación del Metal y la Comisión Gestora.
  • Reelegido durante 7 mandatos como secretario general de la UGT, en total 25 años al cargo.
  • Miembro del Consejo Social de la Lengua Catalana desde 1995.
  • Impulsor de la Asociación Sindical Interregional de los 4 Motores por Europa (Catalunya, Lombardía, Württemberg y Ródano-Alpes).
  • Creador de los servicios específicos AMIGO, CTAC y Avalot.
  • Asesor de Endesa en Catalunya.
  • Galardonado con el Premio de Honor Lluís Carulla (2003) en reconocimiento al impulso de la lengua y cultura catalana en el ámbito sindical.