Eva Granados, de la UGT al Parlament / Sergi Alcàzar

Ni la Facultad de Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra puede presumir de la cantera de políticos en que se ha transformado la Unión General de Trabajadores (UGT). Lo acredita el saldo de parlamentarios y representantes políticos que provienen del sindicato después del 27S y los que, con la misma procedencia, aparecerán en las listas de las elecciones españolas del 20D.

El sindicato engorda las filas de los diferentes partidos que participan en esta undécima legislatura del Parlament. El ejemplo más claro es Neus Munté, vicepresidenta del Govern, consellera de Benestar en funciones y primera convergente en la lista de Junts pel Sí (JxSí) después de Artur Mas.

Munté no está sola en las filas convergentes: el hasta hace unos días secretario de Comunicación, Análisis e Innovación de la UGT de Catalunya, Miquel Àngel Escobar, será candidato al Senado por Barcelona por Democràcia i Llibertat, la lista de Convergència Democràtica de Catalunya.

Socialistas y republicanos

En  la órbita de ERC y dentro de las filas de JxSí también se encuentran la ex secretaria general de UGT en Girona, Dolors Bassa, que fue la número dos de JxSí  por esa demarcación, y el exportavoz de Avalot –las juventudes del sindicato–, Chakir el Homrani, actual diputado en el Parlament por la coalición independentista.

El PSC tampoco escapa de la sombra del sindicato, naturalmente. La portavoz del PSC en el Parlament esta legislatura, Eva Granados, fue una de las impulsoras desde la UGT de la red de transporte público para hacer más próximos los polígonos industriales. Y la número uno por Barcelona de la lista socialista a las elecciones del 20D, Carme Chacón, también luce el carné ugetista, que ostenta como demostración de su condición de defensora de las clases populares.

La UGT de los cambios

La emigración de talento de la UGT no sólo se dirige hacia los partidos sino también hacia en el resto del Estado. El actual secretario general del sindicato en Catalunya, Josep Maria Àlvarez, dejará el cargo después de 27 años: tiene la mirada puesta en Madrid, donde quiere sustituir a Cándido Méndez al frente de la central. El hueco de Àlvarez lo puede cubrir su eterno segundo, Camil Ros, o Matías Carnero.

También se preparan para dar el salto algunas promesas de Avalot, como Dani García o Afra Blanco –del entorno del PSC– y Mar Vàzquez o Joan Guirado en la órbita convergente.