Xavi Hernández pidió en la previa del Barça-Eintracht de Frankfurt la ayuda de la afición blaugrana. El objetivo era lograr la clasificación para las semifinales de la Europa League y el equipo sufrió mucho en Alemania ante un equipo temible en las transiciones. Y las gradas del Camp Nou han estado llenas, pero de seguidores del Eintrach de Frankfurt. Y es que la sensación es que a la hora de la verdad la afición del Barça le ha dado la espalda a la Europa League. Muchos socios han vendido su carnet, prefiriendo estar fuera por las vacaciones de Semana Santa, y la sensación es que no hubiera ocurrido lo mismo si hubiese sido la vuelta de los cuartos de final de la Champions League.

"Lo que ha pasado en las gradas es vergonzoso e indignante. Tendremos que ser muy estrictos y todo apunta a que se produjeron cosas raras. Como culé he sentido vergüenza. Tomaremos medidas y las explicaremos. Ha sido muy grave", ha declarado Joan Laporta. "Estoy decepcionado y lo hemos hablado con los jugadores antes del partido. Esperábamos que la afición nos ayudara y nos hemos encontrado un campo dividido. Un día que necesitábamos un gran ambiente, no lo hemos tenido. No es ninguna excusa, no hemos estado bien en toda la eliminatoria, no hemos competido bien. Es una evidencia que no nos ha ayudado. Esperábamos 70 o 80.000 culés. Desde el vestuario queremos saber qué ha pasado", ha manifestado Xavi Hernández tras el partido. "Todo el mundo está en su derecho de vender sus carnets, pero la realidad es que ver un Camp Nou con tantos aficionados del rival da mucha mucha lástima…", ha escrito Enric Masip en su cuenta oficial de Twitter. "Me ha sorprendido que hubiera tanto aficionado rival", ha manifestado Araujo tras el partido.

Eintracht Franfurt Barça EFE

Los jugadores del Eintracht, con las gradas del Camp Nou llenas de aficionados alemanes / EFE

Marea blanca en el Camp Nou

Que algo extraordinario iba a ocurrir se ha empezado a ver este jueves por la mañana. Miles de aficionados del Eintracht han tomado el centro de Barcelona, cuando el Barça solo había vendido 5.000 entradas para seguidores del equipo alemán. A media tarde, unos 12.000 aficionados del Eintracht,  según la Guàrdia Urbana, han decidido ir al Camp Nou andando, lo que ha obligado a las fuerzas de seguridad a cortar calles como Aribau o la Diagonal, además de hacer un seguimiento especial. No ha habido incidentes graves, más allá de uno puntual con un grupo de Boixos Nois, pero nadie sabía muy bien cuántos de aquellos aficionados tenían entrada.

Y con el paso del tiempo se ha visto que la mayoría tenía derecho a entrar al Camp Nou, pues la reventa de entradas ha sido masiva, tal y como ha informado el club, provocando que las gradas del Camp Nou se vieran más blancas que nunca, y con los problemas habituales cuando se juntan aficionados, cuando la UEFA es estricta con el hecho de acotar a los aficionados del equipo rival para evitar incidentes. Tras el descanso, además, la zona de la Grada d'Animació se ha quedado vacía, pues sus miembros se han ido del Camp Nou durante 10 minutos en modo de protesta.

Derrota antes de empezar

En un estadio que parecía más la sede de una final, con la afición partida, el Barça ha iniciado el partido frío. Y es que el equipo blaugrana ha empezado a perder el enfrentamiento antes del pitido inicial. Luego ha llegado el penalti, absurdo, de Eric Garcia, y todo se ha ido complicando. Sin un Camp Nou 100% blaugrana, que pudiera empujar al equipo en los momentos delicados, todo ha ido de cara para el Eintracht, que ha ganado con una facilidad espeluznante. De hecho, la goleada podría haber sido mucho peor.

Obviamente, el socio del Barça es libre de hacer lo que considere con su carnet y de ir al Camp Nou cuando lo considere, pero este jueves ha quedado claro que la Europa League no es tan importante para parte de la afición como sí lo era para el club, el entrenador y el equipo. 

 

Imagen principal: Xavi Hernández, dando órdenes a sus jugadores durante el partido de este jueves / EFE