El Real Madrid vive días de tensión máxima. Días pesados. Días en los que cada partido parece un juicio público. La derrota ante el Manchester City volvió a encender todas las alarmas. Fue otro tropiezo doloroso. Y lo cierto es que los británicos tampoco necesitaron mucho. Otra muestra de que el equipo no despega. Y, sobre todo, otro golpe directo al futuro de Xabi Alonso, un futuro que ya está escrito. Un futuro que no tendrá continuidad en el banquillo blanco pase lo que pase en Mendizorroza contra el Alavés.
Los blancos empezaron bien ante el City. Gol de Rodrygo. Buen ritmo. Buena energía. Pero duró poco. El conjunto inglés supo remontar, controlar los tiempos y enfriar el partido. El Real Madrid se desinfló. Fue de más a menos, y luego de menos a más, pero nunca lo suficiente. No sumó puntos. No encontró soluciones. Y dejó la sensación de que las oportunidades perdidas ya son rutina.

La destitución de Xabi Alonso está decidida
Aun así, Alonso “salvó el cuello”. No por juego. No por convicción. Solo por la forma en que se perdió. En el club estaban listos para actuar si la derrota hubiese sido más dura. Pero la caída no fue una humillación, y eso le regaló al técnico una última vida. Pero es una vida ficticia. Un espejismo.
Porque, según apuntan voces como Antón Meana o José Félix Díaz, la decisión está tomada. El plan es que Xabi Alonso será despedido después del Alavés–Real Madrid. Da igual el marcador. Da igual si gana. Da igual si golea. El entrenador está ahora mismo “pendiendo de un hilo muy fino”, y ese hilo se romperá en Vitoria.
El club lo tiene claro. Lo repite desde hace semanas. Alonso no domina el vestuario. Y el equipo no juega bien al fútbol. Dos máximas que no han cambiado ni un milímetro. Ni siquiera tras la buena imagen momentánea ante el City. Las dudas son profundas. Son estructurales. Y vienen desde dentro.

Florentino Pérez y los responsables ya no confían en Xabi Alonso
Las fuentes consultadas por Meana recuerdan que las culpas no son solo del técnico, pero estos dos aspectos lo señalan directamente. Y lo hacen sin matices. No confían en que pueda revertir la situación. No creen en el proyecto. Y ya no esperan milagros.
Además, el discurso de Alonso tras la derrota tampoco gustó. No convenció. No generó unidad. En la planta noble, según el director de AS, José Félix Díaz, consideran que el técnico lo tiene “muy difícil”. Que en enero ya no será entrenador del Real Madrid. Para él, esto ya no es un tema de victorias. Es una cuestión de convicción perdida.