El circuito de Mónaco prometía emociones fuertes y no ha defraudado. La lluvia ha tardado en llegar, pero en cuanto han caído las primeras gotas sobre el trazado de Montecarlo han empezado a aflorar los nervios en los garajes de todos los equipos. Ha sido en la vuelta 51 cuando las precipitaciones sobre el circuito monegasco han empezado a animar una carrera algo descafeinada. Y ha empezado a reinar el caos en el mítico trazado. Con accidentes, toques con los muros y un sinfín de imágenes que nos han puesto el corazón en un puño.

Y ha sido Max Verstappen, con su Red Bull, quien ha dominado bajo la lluvia. El piloto neerlandés ha hecho buena su clasificación en la quali de sábado, donde consiguió clasificarse primero, y no ha soltado su condición de líder en toda la carrera. Ni bajo el desconcierto de la lluvia ha perdido los papeles Mad Max, y ha sido él quién ha reinado en el caos de Mónaco. Fernando Alonso tampoco ha variado su posición y logra el quinto podio de la temporada, y el mejor resultado en lo que llevamos de mundial, cosechando su primer segundo puesto.

'La lluvia en Mónaco es una maravilla'

Se esperaba mucho más movimiento en la salida de Mónaco, sobre todo con un Esteban Ocon a la caza de Fernando Alonso, pero se han respetado. El inicio ha sido bastante tranquilo teniendo en cuenta a lo que nos acostumbra Mónaco. Un arranque muy conservador por parte de todos los pilotos, que no han querido arriesgar y quedarse fuera a las primeras de cambio, con un Alonso del que se esperaba que fuera mucho más agresivo a la búsqueda de ese primer puesto que le otorgase la 33.

Verstappen, que no ha fallado en ningún momento, ha gestionado muy bien su ventaja y los neumáticos medios con los que ha salido a pista. Por contra, el piloto asturiano ha salido con los duros, y mirando al cielo de Mónaco, bajo la posibilidad de lluvia que ha tardado en llegar, pero que no ha defraudado y es que, como se dice de Sevilla, también 'la lluvia en Mónaco es una maravilla'. Bajo las precipitaciones se han visto imágenes espectaculares, que han animado una carrera muy conservadora.

Ha sido entonces cuando las estrategias han resultado más importantes que nunca y Aston Martin ha cometido un error garrafal para las opciones de Fernando de asaltar el trono de Verstappen. En la vuelta 55, el ovetense ha hecho una primera parada que ha acabado de enterrar sus aspiraciones. Ya con el trazado mojado, los mecánicos de la marca verde han decidido ponerle los neumáticos medios, en lugar de los intermedios. Este hecho ha obligado a parar en la 56 a Fernando Alonso para poner los intermedios. De no haber sido así, y haber apostado desde principio por estos neumáticos, Alonso hubiese salido dos segundos por delante de Mad Max.

Sin embargo, las dos paradas han lastrado a un Fernando Alonso que, aun así, ha logrado la mejor posición de toda la campaña, con una segunda posición que, a la postre, supone su quinto podio en seis carreras. En primer lugar, Verstappen sigue afianzándose como líder, después del fracaso de Checo Pérez, que salía último en la parrilla, y que ha acabado en 16.ª posición. 

Una mala estrategia de Ferrari arruina la carrera de Carlos Sainz

Otro que ha vivido un auténtico carrusel de emociones ha sido Carlos Sainz. Beneficiado por la sanción a su compañero, el madrileño salía cuarto con grandes esperanzas de alcanzar a Esteban Ocon, que salía tercero. Ha sido quien más ha animado el cotarro en este inicio de carrera y en la vuelta 11 ha llegado el primer ataque del de Ferrari, que se ha tirado demasiado pronto sobre el Alpine y se ha comido el monoplaza del francés, haciéndole perder una pieza del alerón frontal, que no le ha impedido seguir.

Con Sainz a punto de asaltar el tercer puesto, Ocon ha parado en la vuelta 33, para cambiar sus neumáticos. Antes ha parado Lewis Hamilton, que ha sido el motivo de la pésima estrategia de Ferrari con Carlos. En la vuelta 34, el equipo de la escudería italiana ha llamado a box al madrileño "para protegerse de Hamilton". Tras la parada, Sainz ha salido detrás del francés y ha provocado el enfado del piloto madrileño con los suyos, porque, de nuevo, una mala estrategia ha condenado las opciones al podio de Carlos Sainz.

Al final, bajo la lluvia, Sainz se ha visto obligado a parar de nuevo, después de realizar un trompo que le ha hecho perder posiciones. Al final ha acabado octavo, por detrás del Alpine de Pierre Gasly. La gran sorpresa de Mónaco ha sido la de Ocon, que pisa el podio por segunda vez en toda su trayectoria, con un tercer puesto muy meritorio.