Ousmane Dembélé completó una pésima actuación en Granada, hasta provocar que Xavi Hernández decidiera sacarlo del campo en el minuto 82, a pesar de que con 0-1 el Barça tenía muchas opciones de salir al contraataque para intentar aprovechar la verticalidad del extremo francés.

En esos momentos, sin embargo, Dembélé ya llevaba mucho tiempo siendo más un inconveniente que una solución para el Barça. Había perdido 14 balones, además de mostrar una falta de compromiso y una desidia con las órdenes que llegaban desde la banda que acabó por desesperar a todo el banquillo. La gran duda es saber si fue casualidad o no.

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Xavi Hernández, dando órdenes a sus jugadores / EFE

Dembélé teme una lesión que le deje sin un gran contrato

En el Barça saben que Dembélé es un jugador emocionalmente muy inestable, capaz de lo mejor y de lo peor en cuestión de segundos. Y el francés no lo está pasando nada bien últimamente, viendo como su futuro en el club no está nada claro. Dembélé le aseguró a Xavi Hernández que renovaría, pero a la hora de la verdad ha hecho todo lo contrario, pidiéndole a su representante unas cantidades y unas condiciones inasumibles para el Barça. A pesar de tensar la cuerda, pensando que el club blaugrana acabaría cediendo, Dembélé ya ha comprobado que el Barça no piensa ceder, lo que le ha llevado a mentalizarse ya que en verano tocará cambiar de aires.

Y el gran problema es que Dembélé es un jugador físicamente muy frágil, por lo que cualquier lesión, como la que sufrió sin ir más lejos en la pasada Eurocopa, le dejaría sin contrato y sin club, lo que enviará al limbo el objetivo de cobrar una suculenta prima de fichaje y de agenciarse un salario de estrella.

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Dembélé, en el partido de la Copa del Rey contra el Linares / EFE

¿Dembélé se está esforzando al máximo?

Y claro, esta situación ya ha generado suspicacias en el Barça, pues hay quien piensa que Dembélé no va a esforzarse al 100% en lo que resta de temporada, pues si juega al máximo cada 4 días lo más normal es que se acabe lesionando, lo que le ha sucedido en toda su etapa en el Camp Nou. 

Por un lado, Xavi es un enamorado del fútbol de Dembélé y sigue convencido que bajo sus órdenes el francés puede ser el mejor extremo del mundo. Por otro, partidos como el del pasado sábado en Granada no ayudan a creer en el compromiso de Dembélé, pues nadie sabe si el francés rindió al máximo y tuvo un mal día o si, por contra, firmó un partido pésimo porque ya está pensando más en su futuro que en el presente, algo extremadamente perjudicial para el Barça. Y es que en el club crecen las opiniones de los que creen que Dembélé no debería volver a jugar si no estampa su firma en un nuevo contrato.

 

Imagen principal: Ousmane Dembélé, en una acción del Granada-Barça de este sábado / EFE