Este mercado de verano va a ser especialmente interesante para el Barça. Y en este caso, uno de los nombres que más gusta en los despachos es el de Nathan Aké, central del Manchester City, que es visto como el complemento ideal para Pau Cubarsí en la zaga. Sin embargo, la operación está lejos de ser sencilla y depende de una pieza clave que ahora mismo bloquea cualquier avance y es Marc-André ter Stegen.
Y es que el Barça sabe que para convencer al City no basta con una simple negociación económica. El City Group tiene la llave y ha puesto una condición clara sobre la mesa como lo es la salida de Ter Stegen rumbo al Girona. Solo así los ‘sky blues’ estarían dispuestos a facilitar la llegada de Aké al Camp Nou, ya sea mediante cesión o una fórmula flexible que alivie la situación financiera azulgrana.
El City Group pone condiciones por Aké
En el Manchester City consideran que Aké es un jugador aprovechable, pero asumen que esta temporada está teniendo un papel secundario. Su perfil encaja con lo que busca Hansi Flick: central zurdo, potente físicamente, fiable en defensa y con una salida de balón más que correcta. Además, en el Barça lo ven como el socio perfecto para Cubarsí, capaz de darle equilibrio y experiencia a una defensa muy joven.
Sin embargo, el City no quiere debilitar su estructura sin recibir algo a cambio que encaje en su ecosistema. Ahí aparece el Girona como destino estratégico para Ter Stegen, un movimiento que reforzaría al club catalán y beneficiaría al grupo propietario. Desde esa óptica, la operación tendría sentido siempre que el portero alemán acepte cambiar de equipo.
Ter Stegen, la clave que lo bloquea todo
El gran problema es convencer a Ter Stegen. El guardameta debe asumir su final en el Barça y aceptar su salida. En el club perciben que la idea de cambiar de aires no le resulta desagrdable. Especialmente s se puede quedar en Catalunya, cerca de sus hijos.
Si Ter Stegen dice no, el Barça se queda sin Aké y, por extensión, sin el central que Flick considera ideal para acompañar a Cubarsí. La dirección deportiva lo tiene claro. Sabe que o se desbloquea la portería o la defensa seguirá coja. De este modo, el futuro del eje defensivo azulgrana pasa por la decisión de su veterano guardián bajo palos.
