Se inicia una nueva era. Comienza un nuevo camino. Una etapa nueva se inaugura. Se diga como se diga, el hecho es que el Barça vuelve a su templo, donde ha vivido grandísimas noches de glorias en más de medio siglo de historia. Y esto fue en el antiguo estadio, el que no tenía luces blaugrana, el que la tecnología no era protagonista. Pero es que este sábado 22 de noviembre de 2025 se estrena el nuevo santuario de los culés, el majestuoso Spotify Camp Nou, todavía a medio hacer, pero ya dando espectáculo, ante el Athletic Club (16.15h), uno de los históricos de LaLiga EA Sports, en la 13ª jornada.
Un Barça recuperado y con obligaciones muy claras
El Barça llega a la cita con ganas de exhibirse, de ser protagonista sobre el césped, y que los 45.401 asientos llenos de gente en las gradas —parte de la primera y de la segunda— acaben vibrando. Un día especial por toda la fiesta que se hará en la previa, que debería seguir sobre el césped más tarde.
Los blaugrana, favoritos para este partido, llegan a la cita con algunas incógnitas, como la que podría ser el dudoso estado de forma de su gran estrella, Lamine Yamal, pero también con alguna ilusión. Hansi Flick recupera a un jugador clave como Raphinha, que seguramente todavía no estará al 100%, pero seguro que aportará esas ganas de comerse el mundo que a los culés del antiguo Camp Nou les gustaba ver.
Y es que el Barça, el segundo clasificado en la Liga, no se puede permitir despistarse ni que el Athletic se marche hacia Bilbao con algún punto bajo el brazo. La constante obligación de presionar al líder, el Real Madrid, no permite ningún margen de maniobra a los blaugrana, que empiezan a solo tres puntos del liderato. Y será un reto mayúsculo, como habitualmente ocurre con el Athletic, que aspira a la victoria para acercarse a las posiciones de Champions League.
La ilusión intacta de los culés
Veremos cómo acaba siendo esta tarde en el barrio de Les Corts. En un estadio todavía en obras que se pone el traje de gala para recibir nuevamente un partido oficial. Los accesos serán acotados, la afición estará a la expectativa, pero la ilusión sigue intacta por ver otra vez al Barça en casa, que es lo que genera más quorum de todo.
La fiesta del barcelonismo en estado puro se vivirá en el Spotify Camp Nou. Las previsiones son de alegría, pero el resultado deportivo, lo que realmente interesa a corto plazo, acabará decantando la balanza del estado de ánimo real. Y empezar con una victoria, un empate o una derrota en el estreno del nuevo estadio es clave para las aspiraciones de este curso para este equipo que aún está en crecimiento y que precisamente no llega con las mejores sensaciones después de dos semanas sin fútbol de clubs por el enésimo parón de selecciones.
