Victoria por la mínima del Real Madrid (1-0) contra el Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu en un partido que ha seguido la misma tónica que el de la semana pasada contra el Huesca: gol inicial y desconexión blanca durante el resto del partido. Con la diferencia que los de Vallecas no han creado ni una cuarta parte del peligro que protagonizó el Huesca. A pesar de ganar, el Bernabéu ha acabado pitando una vez más a sus jugadores por la imagen mostrada en el campo.

Antes del partido, Luka Modric ha mostrado a su afición el Balón de Oro. Los aplausos del público han encendido y motivado el Madrid, que ha empezado con un inicio fulgurante, necesitado de limpiar la triste imagen mostrada contra el CSKA durante el partido de Champions. Presión alta, dominio del balón y el Rayo que no las veía venir. Parecía un Madrid muy diferente al de los últimos partidos y en uno de estos contraataques, Benzema recibía una pasada interior de Lucas Vázquez para hacer el primero y abrir la lata. Sexto gol del francés en esta Liga, que ya suma uno más que en toda la temporada pasada.

El gol había propiciado que el partido se rompiera, las líneas del Rayo se separaran y los blancos tuvieran rápidos contragolpes. Pero a partir del minuto 20, después del primer aviso del Rayo mediante la cabeza de Velázquez, el Madrid se ha evaporado. Como ya pasó en Huesca la semana anterior, los blancos han dormido el partido. Gol inicial y a partir de aquí, conformistas, poco punzantes y con un espíritu nulo de aumentar las diferencias. Una bestia salvaje cuando huele sangre se lanza a por todas. Sólo hay que ver el City de Guardiola o el Liverpool de Klopp, capaces de embestir una y otra vez. No hay que ir tan lejos, algunos de los últimos Madrid-Rayo han sido resultados de escándalo (5-1, 5-0 o el salvaje 10-2) porque el Madrid se aprovechaba de las debilidades del rival para masacrarlo. De momento, sin embargo, en este Madrid le falta esta capacidad. La baja de Cristiano influye, pero la base del equipo es prácticamente la misma que la de los últimos años.

Minutos y minutos tocando, teniendo el balón, pero incapaces de crear ningún tipo de peligro. Centros vacíos que no suponían ningún problema para el portero. El Rayo, eso sí, pensando más en no encajar el segundo que en hacer el gol del empate. Un disparo de Toni Kroos al palo cerraba una primera parte en la que el Madrid no había castigado.

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Silbidos entre aplausos para Asensio

De ser el nuevo Messi, como algunos decían, a que el Bernabéu te silbe. Esta está siendo la evolución, de momento, de Marco Asensio. El mallorquín tiene un talento descomunal y una izquierda mágica, pero hace tiempo que no está fino, se muestra impreciso, no toma buenas decisiones en el campo y el Bernabéu está harto. Asensio ha tenido una de las ocasiones más clara al chutar a bocajarro desde el punto de penalti, pero no es su momento y entre el portero y la defensa han evitado el gol. Instantes después ha intentado un uno contra un imposible cuando tenía opción de paso y el público se lo ha recriminado. Ceballos ha entrado por él y el ex del Espanyol se ha marchado entre aplausos y algún silbido.

El Rayo, a pesar de que más agresivo que en la primera parte, continuaba a verlas venir y sólo creaba peligro con tiros lejanos como el cañonazo de Bebé que obligaba la intervención de Courtois. Pero la tónica del partido era la misma. Los de Vallecas, incapaces de crear peligro; y el Madrid, desconectado. Dejar que pasen los minutos y esperar que el árbitro pite el final para llevarse los tres puntos después del gol inicial. A punto ha estado Alegría de mandar a volar por los aires el 'plan' de los de Solari con una doble ocasión en el 90 que ha obligado a Courtois a exhibirse. 

Ni la entrada de Vinicius Jr ha animado la actitud del Madrid, que ha acabado pitado una vez más por su propia afición. Tampoco Isco que, por lo visto, ni está ni se le espera. El malagueño no ha ni calentado como posible sustituto de alguno de sus compañeros. 

Posibles lesiones

Después del cambio, Asensio ha pedido hielo para ponerse en el muslo. Y Karim Benzema, el mejor jugador blanco esta temporada, ha pedido el cambio por molestias al tobillo. Después de la sustitución, el francés se ha ido directamente al vestuario a tratarse el pie. Un Madrid plagado de bajas que tiene que viajar a Abu Dhabi para jugar el Mundial de Clubes.