El ambiente en el FC Barcelona ha sido muy positivo en los últimos días. La enfermería se vacía a medida que Hansi Flick gana efectivos para afrontar los duros partidos que vienen por delante. Y a ello se suma el esperadísimo regreso al Camp Nou. Se perfila un final de año feliz en la ciudad condal.

Sin embargo, no todo son risas en el vestuario. El regreso de uno de los lesionados está generando una nueva rivalidad en el vestuario. La que hay entre Marcus Rashford y Raphinha, que ocupan la misma posición sobre el terreno de juego.

La llegada de Marcus Rashford y su explosión inmediata han cambiado jerarquías. El delantero inglés se convertido en uno de los jugadores más determinantes para Hansi Flick en lo que va de temporada.  No es el más elegante. No es el más técnico. Pero sí es el más letal en estos momentos.

Marcus Rashford

Rashford ha sido una de las mejores noticias del Barça esta temporada

Su impacto ha sorprendido a casi todos. Rashford es querido, cercano y trabajador. Muchos en el vestuario se han enamorado de su forma de ser. Ven en él a un jugador comprometido. Un futbolista que suma y un compañero que ayuda. Pero no todos lo viven igual. En el club admiten que algunos futbolistas miran su éxito con otros ojos. Y uno de ellos destaca por encima del resto: Raphinha.

El brasileño tenía claro su papel esta temporada. Llegó convencido de ser uno de los líderes del proyecto. Un jugador indiscutible. Una pieza clave para Flick. Sin embargo, la lesión lo frenó. Y mientras él se recuperaba, Rashford voló. Su crecimiento ha sido tan rápido que ha cambiado por completo los planes iniciales. Las cifras hablan solas. Nueve asistencias y seis goles en  dieciséis partidos. Un rendimiento que nadie ha podido igualar.

Raphinha está listo para luchar por el puesto

Rashford no es perfecto. Pierde balones y a veces arriesga demasiado. Y sus decisiones no siempre son las más acertadas. Pero ofrece algo que al Barça no ha tenido durante semanas: profundidad, potencia y verticalidad. Y cuando combina esas virtudes con su instinto goleador, se vuelve decisivo. Es el tipo de futbolista que marca diferencias incluso cuando no tiene su mejor día.

Raphinha, aun así, mantiene un valor incuestionable. Él también aporta calidad por la banda. También genera peligro, asiste y marca. Pero tiene un plus que Rashford no domina: el trabajo defensivo. En ese apartado, el brasileño es el mejor del equipo. Y el crack espera que Flick lo valore cuando toque tomar decisiones importantes.

Raphinha Barça

Los planes del técnico alemán no son que Raphinha regrese como titular directo. Irá entrando poco a poco. Minutos progresivos. Sin prisas. Pero con un objetivo final bien marcado: que forme de nuevo el tridente junto a Robert Lewandowski y Lamine Yamal. Una fórmula que funcionó la pasada temporada y que dejó una cantidad enorme de goles.

El problema es que Rashford también quiere ese puesto. Lo siente suyo. Se lo está ganando. Cada partido es una declaración de intenciones. Y en el vestuario se percibe la tensión silenciosa entre ambos. No es un conflicto abierto. No hay discusiones. Pero sí hay miradas. Y Rashford cree que alguien está empujando en su contra. Que alguien quiere recuperar su sitio cuanto antes. Y que ese alguien es Raphinha.