Del lateral derecho a los banquillos. Quique Sánchez Flores –Madrid, 1965– es el elegido para liderar el nuevo proyecto de Chen Yansheng en el Espanyol. Un entrenador que se empezó a formar, como jugador, cuando sólo tenía 19 años. Quique cambió Madrid por València para convertirse en un icono de Mestalla. El joven jugador debutó en Primera División con los valencianos y se quedó durante diez temporadas. 

El madrileño fichó por el Madrid. Quique sólo duró dos temporadas en el Santiago Bernabéu y después fichó por el Zaragoza antes de colgar las botas el año 1997. En los 13 años que Sánchez Flores corrió por los campos de Primera, también le dio tiempo para ser internacional con España hasta quince veces.

El trampolín de Getafe

Después de formarse como entrenador en las categorías inferiores del Real Madrid, el Getafe le da la oportunidad de entrenar en Primera División. Se convierte en una de las sensaciones en los banquillos por el juego del equipo y acaba la temporada decimotercero. 

Un gran año y unos grandes números que lo catapultan al banquillo de uno de los 'grandes' de la Liga española; el Valencia. Allí ha estado dos temporadas, y a pesar de conseguir el objetivo de clasificar el equipo para la Liga de Campeones, al inicio de la tercera es destituido.

La exigencia desorbitada de uno de los clubs más inestables de la última década firmaron el finiquito de un entrenador que pudo hacer más, o esta fue la sensación que transmitió.

Quique se toma unos meses de descanso para arrancar de nuevo y empezar la temporada con el Benfica portugués. Allí levanta la Copa de Portugal y acuerda con el club una rescisión amistosa después de muchos descalabros durante el año.

El escaparate del Atlético de Madrid

Fichar por el Atlético de Madrid le dio prestigio y reconocimiento. Cogió un equipo hundido y sin alma y lo hizo campeón. Sustituyó Abel Resino dos meses después de empezar la temporada y la acabó levantando la Europa League. Rompiendo con una sequía de 48 años sin conseguir títulos europeos.

El próximo año gana la Supercopa de Europa pero deja el equipo séptimo a la Liga y el Atlético decide no renovarlo. Aquel equipo confirmó a Quique Sánchez Flores como un entrenador capaz, intervencionista, con aptitud y actitud.

Gran temporada sin premio

Después de pasar por el fútbol de los Emiratos Árabes, Quique volvió al Getafe en pleno mercado de invierno para hacerle un favor al presidente Ángel Torres. Pero duró menos de dos meses. "Es una decisión personal, producto de una reflexión vital", dijo Sánchez Flores en la rueda de prensa de despido.

El madrileño volvió a hacer las maletas, esta vez hacia Inglaterra. El Watford lo contrató con el objetivo de mantener la categoría, después de haber conseguido el ascenso a la Premier League. Quique se ponía a dirigir la sala de máquinas de uno histórico del fútbol inglés.

El Watford empezó como un trueno la temporada y la salvación ya era una realidad a finales de año. Después, con el objetivo alcanzado, los futbolistas se relajaron y los resultados se resintieron. El equipo acabó a la Premier en una meritoria octava posición. 

Halagado por todo el mundo, Quique parecía tener la continuidad garantizada, pero la familia Pozzo, propietaria del club, tenía otros planes de entrenador. La noticia de la destitución del madrileño cogió por sorpresa el fútbol inglés y todo el mundo coincidía en que no tardaría en encontrar otro banquillo. Y ya lo ha encontrado.

Equipo Temporadas Partidos dirigidos Títulos
Getafe 2004/05 42 -
València 2005/08 116 -
Benfica 2008/09 44 1
Atético de Madrid 2009/11 102 2
Getafe 2014/15 11 -
Watford 2015/16 38 -

Datos extraídos de Bdfutbol 

Juego sin riesgos

Quique Sánchez Flores es un entrenador que te hará quedar bien. Con una idea adaptable en función de la plantilla y el entorno, no le importa modificar las líneas de trabajo si es para salir beneficiado. Procura mantener el orden defensivo y lo prioriza en pro de un juego descaradamente ofensivo. El Watford se caracterizaba por conceder muy pocas ocasiones de gol y ser muy efectivo en el área contraria. Odion Jude Ighalo y Troy Deeney eran sus delanteros en Inglaterra y condicionaban mucho el juego del equipo.

Sistema de poca elaboración y pelotas largas, ideal para dos jugadores muy físicos, dispuestos a pelearse con todas las defensas de la Premier. Al Espanyol, en función de las incorporaciones que el consejero delegado Ramon Robert ya ha prometido, podrá proponer un juego más vistoso. Tendrá las herramientas y tendrá legitimidad para construir un equipo en la medida. Ahora sólo falta que el viento sople de cara y la caprichosa pelota entre en la portería. Varías veces.