Quique Sánchez Flores no ha escatimado elogios hacia Leo Messi en la rueda de prensa posterior al derbi. "Me parece impresionante. Es el único jugador del mundo que si se propusiera marcar un 'hat-trick' en cada partido lo podría conseguir. Cuando se gira en tres cuartos de campo te hace sentir mal. No sé cuántas camisetas suyas tengo, como mi hijo, que es del Barça," ha dicho al técnico del Espanyol sobre el 10 blaugrana.

La idea inicial de Quique era alejar la línea defensiva lo más posible del área. Un planteamiento que Luis Suárez se ha encargado de derribar a los 18 minutos: "Era un partido relativamente tranquilo, con orden defensivo y que no se alejaba mucho de lo que esperábamos. Nos habría gustado salir más al contragolpe y ser más verticales pero ha sido imposible. Estamos hablando de los mejores jugadores del mundo juntos, compenetrados, generado fútbol y belleza".

El técnico madrileño ha lamentado falta de contundencia en acciones que han acabado siendo determinantes. "Somos un equipo en plena construcción y defender y tener la pelota comporta tiempo. Al descanso queríamos llevar el equipo más arriba pero eso tiene que ir acompañado de una contundencia que yo no he visto. Queremos sentirnos fuertes, sólidos y que seamos un equipo respetable". Con el 1-0, Quique ha asegurado que el equipo tendría que haber dado un paso adelante: El Barça te obliga y te somete. Para hacerle daño se lo tiene que cerrar en su campo y buscar algún contragolpe que los pueda alargar. Veníamos muy condicionados por las bajas y ha sido un partido de adaptación al medio".

La lesión de Diego López ha sido un punto de inflexión en el transcurso de partido. La entrada de Roberto Jiménez ha restado seguridad a la defensa y el portero suplente habría podido hacer algo más en los tres goles que ha encajado. "Hay un partido antes y otro después porque el Barça nos ha desconcertado en 10 minutos. Es muy complicado para un portero entrar en un partido así. Son las circunstancias y tenemos que valorarlo de la manera más positiva posible".

La previa del derbi vendía marcada por la ausencia de la tradicional fotografía entre los dos entrenadores. La mala relación entre Luis Enrique y Quique ha trascendido después de cuatro meses de competición pero ambos técnicos han querido restarle importancia. "A veces te acercas, a veces no, a veces sales antes... No hay nada especial", ha indicado el madrileño.

El Camp Nou ha rozado a los 80.000 espectadores en un partido que ha dejado atrás las tiranteces del pasado pero que ha tenido notas negativas como insultos o pancartas de un sector de la gradería, descompasados con la animación del resto del estadio. Sin embargo, el técnico blanquiazul ha asegurado que no ha visto "un ambiente especialmente hostil en un campo lleno".