El acuerdo de rendición de Hamás y el alto el fuego en Gaza por parte del gobierno de Israel no han disipado, en Cataluña, las protestas de los grupúsculos propalestinos contra los intereses del país hebreo y han forzado que este miércoles el partido del Joventut ante el Hapoel Holon de la Basketball Champions League se tenga que jugar a puerta cerrada. En un breve comunicado emitido hoy por los verdinegros, se asegura que esta decisión "ha sido adoptada para garantizar la seguridad de todos nuestros aficionados" y aseguran que "entenderán esta medida extraordinaria y completamente ajena a la voluntad del club". Esta medida, que dejará al Joventut Badalona sin aficionados y, por tanto, como si se jugara en campo neutral, ha sido recomendada por los Mossos d'Esquadra por la convocatoria de protestas para evitar que se juegue el partido entre los catalanes y los israelíes.
La policía catalana, ante la imposibilidad de asegurar que el partido se pueda jugar con público, por los avisos de las entidades convocantes de la protesta de invasiones de campo para denunciar lo que, según ellos, es un "blanqueamiento" del Estado de Israel, a quien acusan de cometer un "genocidio" en Gaza desde el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023, ha recomendado al Badalona, como también hizo con el Baxi Manresa, jugar el encuentro a puerta cerrada, sin aficionados de ninguno de los dos equipos en la grada y con el exterior del pabellón olímpico completamente blindado por la policía catalana. A pesar de este anuncio, las entidades que organizan las protestas mantienen la convocatoria para intentar evitar también el partido. "No es un partido como el resto porque se juega contra un equipo que representa un estado colonialista", ha defendido la portavoz de la Plataforma Badalona contra el genocidi, Ximena Silva. La Coalición Prou Complicitat pide a la sociedad civil ir "partido a partido" hasta "expulsar el genocidio" del deporte internacional. El partido que el 15 de octubre se jugó en la capital del Bages, entre el Baxi Manresa y el Hapoel Bank Yahav Jerusalem, ya se jugó a puerta cerrada y los dos equipos, para evitar ser saboteados por los grupúsculos de extrema izquierda, tuvieron que acceder al pabellón escoltados por los Mossos d'Esquadra con equipos de orden público, de la Brimo. En el exterior del pabellón, durante todo el día, también se acordonó, para garantizar la llegada de los jugadores y evitar el acceso de los manifestantes, que habrían podido impedir el partido.
El Barça, en enero, también a puerta cerrada
Jugar a puerta cerrada parece que será la misma suerte que seguirá el partido entre el Barça y el Maccabi Tel Aviv previsto para el mes de enero, en Barcelona, también de esta competición europea. En otras visitas de equipos judíos a Cataluña, también desde el pasado 7 de octubre, los Mossos han diseñado operativos especiales de protección de los equipos, siguiendo las indicaciones internacionales y también el riesgo de atentado terrorista por parte de grupos yihadistas y pro-Hamás en nuestro país. La cápsula de seguridad de equipos judíos en visitas a Cataluña se ha hecho no solo con personal de los servicios secretos israelíes, el Mossad, también con operadores del Grupo Especial de Intervención (GEI) —una protección que también se hace, por ejemplo, en el consulado, en sinagogas y en la escuela judía Hatikva de Sant Cugat del Vallès.
