El Atlético de Madrid ha movido ficha de manera decidida. A petición directa de Diego Simeone, el club rojiblanco ha presentado una oferta por Marc Casadó, uno de los canteranos más valorados del Barça en los últimos años, pero que ha caído en desgracia este año. La propuesta asciende a 20 millones fijos más 15 en variables, una cifra muy potente para un jugador que ahora mismo no está teniendo protagonismo con Hansi Flick. Pero, aun así, en el Barça han sido claros: no se sientan a negociar en estas condiciones.

La operación podría haber tomado un giro importante si el conjunto culé hubiera aceptado escuchar, pero el Barça ha puesto una línea roja inamovible en las negociaciones con los colchonero. Si el Atlético quiere de verdad a Casadó, las condiciones deben cambiar por completo. Las variables no sirven. Los culés quieren 35 millones íntegros, o la negociación ni empieza. Así de tajante ha sido la postura de la directiva blaiugrana.

Casadó no cuenta para Flick, pero el Barça no lo regalará

Aunque a nivel deportivo Casadó no atraviesa su mejor momento, y Flick no termina de verlo como una pieza imprescindible para su proyecto, en el club azulgrana reconocen algo que para ellos sigue siendo diferencial: la mentalidad. Casadó es de esos futbolistas que aprietan, que trabajan, que contagian energía y que representan exactamente lo que el Barça quiere transmitir con sus canteranos. Por eso, aunque no juegue, siguen valorándolo muchísimo.

Marc Casadó

En el Atlético, sin embargo, la visión es aún más fuerte. Simeone está enamorado del perfil de Casadó, lo considera un centrocampista a su medida, con alma competitiva, orden, sacrificio y un gen ganador que encaja a la perfección en su sistema. Para el Cholo, Casadó es un jugador que podría convertirse en uno de los pilares de su próximo ciclo, y por eso ha pedido expresamente que se haga un esfuerzo económico para ficharlo cuanto antes.

Simeone insiste, pero el Barça mantiene el muro

El Barça ve al Atlético insistir, pero no está dispuesto a ceder. Consideran que Casadó puede recuperar su mejor versión, que aún tiene recorrido y que merece seguir creciendo dentro del club. Además, venderlo al Atlético de Madrid, un rival directo, solo tendría sentido con una cantidad alta y completamente garantizada.

Así pues, la situación queda en punto muerto: Simeone lo quiere, el Atlético de Madrid paga bien, pero el Barça no lo suelta. Y Casadó, mientras tanto, espera a ver si su futuro cambia en un mercado de invierno que puede explotar en cualquier momento.