Este jueves, el diario As publicó que Gerard Piqué y Ousmane Dembélé se sumaban a la huelga general que está teniendo lugar este viernes en Catalunya como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo. Este hecho ha provocado que se escriban centenares de comentarios en las redes sociales, especialmente para hacer befa del delantero francés, ya que consideran que se está aprovechando de la situación para saltarse un entrenamiento.

Lo cierto, sin embargo, es que ninguno de los dos futbolistas está haciendo huelga. Piqué está sancionado por acumulación de amarillas y Dembélé por insultar al árbitro durante el Barça-Sevilla, de manera que no han viajado con el equipo a Eibar para disputar la novena jornada de Liga. Es cierto que en teoría el central y el delantero tenían que aprovechar el viernes para entrenar en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, pero finalmente este ha sido suspendido por la situación de las carreteras del área metropolitana de Barcelona. Para decirlo de otra manera, si los jugadores hubieran estado disponibles, a estas alturas estarían bajo las órdenes de Ernesto Valverde como en un día cualquiera.

Dembélé podrá jugar el clásico

Lo qué sí que es cierto es que las movilizaciones de Catalunya han acabado beneficiando a Dembélé de manera indirecta. El Comité de Competición de la Real Federación Española ha decidido aplazar el Barça-Madrid y todo apunta que el duelo se acabará disputando el mes de diciembre, de manera que el francés, castigado con dos partidos para insultar al árbitro, ya habrá cumplido ciclo de sanción.