Han pasado 17 años, pero Felipe Massa no olvida que el título mundial de Fórmula 1 del 2008 le pertenece a él y no al piloto que figura en el palmarés oficial, Lewis Hamilton. Es por ello que el brasileño ha decidido ir con todo en contra de la FIA, Formula One Management y Bernie Ecclestone. Reclama la oficialidad del título del 2008 y una indemnización de 73 millones de euros por daños y perjuicios. Y todo por el conocido como crashgate, un turbio accidente provocado que cambió el devenir del campeonato de aquel año, uno de los más polémicos de la historia de la Fórmula 1.
El decisivo 'accidente' de Nelson Piquet Jr.
Todo sucedió en el Gran Premio de Singapur de aquel año, cuando Nelson Pique Jr., piloto de Renault, se estrelló en la curva 15. Tuvo que salir el coche de seguridad, lo que provocó unos cambios muy importantes en la clasificación general. Fernando Alonso, compañero de Piquet, había repostado gasolina 5 vueltas antes del accidente, por o que, de golpe, pasó a liderar la carrera y a terminarla en la primera posición. Hamilton finalizó en la tercera posición, mientras que Felipe Massa, que lideraba la carrera antes del accidente, terminó fuera de la zona de puntos por un problema en boxes, al quedársele enganchada la manguera de la gasolina.
El Mundial siguió adelante y finalmente se lo terminó llevando Lewis Hamilton por solo 1 punto, gracias al histórico adelantamiento a Glock en la penúltima vuelta del Gran Premio de Brasil. Lo que pocos sabían entonces es que todo podría haber sido muy diferente si se hubiera actuado correctamente en referencia al accidente de Piquet Jr. en Singapur.
La FIA conocía el amaño y no hizo nada
Un año después del entonces mero accidente de Piquet Jr., trascendió que realmente no había sido un accidente, sino que había sido una salida de pista premeditada. El padre de Piquet Jr., molesto por la salida de su hijo de Renault, anunció que todo había sido una estrategia del equipo francés, lo que se convirtió en el escándalo conocido desde entonces como crashgate. La FIA abrió una investigación que terminó con Flavio Briatore expulsado de la F1 y con la salida de Renault de Pat Symonds, el ingeniero jefe. Tiempo después, Bernie Ecclestone admitió que la FIA fue consciente el mismo 2008 que todo había sido un amaño, por lo que se tendrían que haber anulado los puntos de Singapur. Massa perdió el Mundial por solo 1 punto, por lo que aquello habría cambiado la historia de la Fórmula 1."Decidimos no hacer nada en aquel momento. Queríamos proteger el deporte y salvarlo de un gran escándalo", explicó Ecclestone en 2023 en el medio F1-Insider.
Obviamente, Felipe Massa no quedó demasiado satisfecho con las explicaciones e inició una lucha legal para que el título mundial del 2008 pase de manos de Lewis Hamilton a las suyas, el verdadero campeón si se hubiera aplicado la normativa. El brasileño reclama que la FIA violó su propia regulación al no investigar las causas de un accidente que había sido provocado y que dejó terminar la temporada sin hacer nada, perjudicándole de gravedad.