Rafa Nadal se ha impuesto en un partido extremadamente complicado contra el búlgaro Grigor Dimitrov para garantizarse un lugar en la final del Open de China (6-3, 4-6 y 6-1). Esta ha sido la mejor noticia para rehacer sensaciones un año después de que el mismo Dimitrov eliminara a Nadal en los cuartos de Pekín. El balear se jugará el título con el polémico Nick Kyrgios, que ha superado a Alexander Zverev en la segunda semifinal (6-3 y 7-5).

La revancha ha sido cumpleta para Nadal y el gran ambiente en la pista central del Centro Nacional de Tenis de Pekín ha sido una ayuda más para llegar a una nueva final del ATP 500. Hace 12 años que este torneo se le resiste al manacorense, pero este 2017 pletórico tiene la mejor ocasión para reivindicarse en el gran país asiático.

El tenista formado en Barcelona ha demostrado su gran nivel actual y un estado de gracia casi sin errores en el primer y el tercer set. La versión más sólida y demoledora ha aparecido para abrir y cerrar el partido. Dimitrov sólo ha podido sacar la cabeza en la segunda manga, pero Nadal no ha querido sorpresas.

Cuando Nadal ha errado, Dimitrov ha aparecido, pero nada más allá de lo esperado. El manacorense ganó este Open de China en su segunda edición, cuando empezaba a despuntar como gran figura mundial, y consiguió después las finales de 2013 y 2015, todas dos perdidas contra el serbio Novak Djokovic. Con este nuevo resultado, Nadal consigue 60 victorias esta temporada, más que cualquier otro jugador en el 2017, y aspira a conseguir en Pekín su sexto título del año, después de Roland Garros, el Open de los Estados Unidos, los ATP 1000 de Montecarlo y Madrid y el barcelonés Open Banc Sabadell Trofeo Conde de Godó.