El portugués Miguel Oliveira ha encadenado su segunda victoria consecutiva al imponerse en el Gran Premio de Malasia de Moto2 que se ha disputado en el circuito de Sepang, donde el italiano Franco Morbidelli ya salió a pista con el título mundial bajo el brazo.

La caída que sufrió el suizo Thomas Luthi durante los entrenamientos oficiales, que le llevó directamente a un hospital de la zona, donde se confirmó la rotura de astrágalo del pie izquierdo, entregó en bandeja el título mundial al italiano y ha decidido afrontar la carrera con un poco más de calma.

Aunque Morbidelli fue el más rápido de entrenamientos, Oliveira ha demostrado una convicción total en sus posibilidades y con un ritmo constante y muy vivo se ha escapado de sus rivales prácticamente desde el mismo momento en que se ha apagado el semáforo, para formarse tras él un trío con Morbidelli, el sudafricano Brad Binder y el también italiano Francesco Bagnaia, el primero en quedarse descolgado.

Alex Márquez apenas ha durado un par de vueltas pues en la primera se fue al suelo en la segunda curva, justo un poco después de una multitudinaria caída a final del recta sin consecuencias para ningún piloto y otra algo más adelante en la que se vieron involucrados el japonés Takaaki Nakagami y el alemán Sandro Cortese, cuya moto ha comenzado a arder, aunque los comisarios de pista han actuado para evitar males mayores.

Márquez ha recuperado su moto y ha continuado en carrera, pero una vuelta más tarde, en la curva seis, se ha caído de nuevo y ahí ya ha tenido que abandonar definitivamente la prueba. Mientras por delante Miguel Oliveira ya contaba con más de un segundo de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores.

Oliveira ha conseguido una renta de más de cuatro segundos y medio sobre sus inmediatos perseguidores, la pareja formada por Morbidelli y Binder, cuando a cuatro vueltas del final en algunos puntos del circuito ha empezado a ondear la bandera blanca con aspa roja que avisaba de la presencia de lluvia.

La carrera ha continuado y Binder ha superado a Morbidelli, para que, como ya sucediese en Australia, dos motos del fabricante austríaco KTM encabezasen la prueba, con un italiano conservador y tranquilo, sabedor que ya era matemáticamente campeón del mundo de Moto2 por la ausencia de su único rival en la lucha por el título.

No ha habido sorpresas y Oliveira se ha impuesto con autoridad, por delante de Brad Binder, que ha dejado atrás a Morbidelli. El piloto italiano ha podido celebrar desde el tercer cajón del podi la consecución de su primer título mundial.