El Real Madrid vive un momento inesperado. Un giro brusco. Una caída que ni los más pesimistas habían previsto. El equipo de Xabi Alonso perdió el liderato en Girona. Un 1-1 ante rival hundido en la zona baja que sonó a derrota. Y fue el tercer tropiezo consecutivo. Tres jornadas sin ganar. Tres avisos. Los blancos, que salieron del Clásico con una ventaja cómoda de cinco puntos, ahora marchan un punto por detrás del FC Barcelona. Y el dato preocupa: solo una victoria en los últimos cinco partidos. Un triunfo agónico ante el Olympiacos. Un equipo irreconocible. Sin claridad ni control.
El análisis desde la capital es unánime. El “efecto Xabi” se ha evaporado. Se habla de un espejismo. De una energía inicial que no se ha sostenido. Las señales internas no ayudan. Hay futbolistas incómodos. Descolocados ante un método más rígido que el de Carlo Ancelotti. El italiano ofrecía libertad y confianza. Xabi exige detalle y orden milimétrico. Y algunos no lo toleran. Se mencionan alineaciones extrañas y cambios sin sentido, un Madrid que se rompe en defensa y que se pierde en ataque. Incluso voces expertas como Maldini señalan un problema “estructural”.
Klopp es el gran deseado para relevar a Xabi Alonso
En este contexto turbulento, la directiva ya se mueve. Ya trabaja en alternativas. Y hay un nombre que destaca. Uno que Florentino Pérez lleva años observando. El plan A de siempre. Jürgen Klopp. El hombre del “carácter”. De la intensidad. El técnico que muchos dentro del club consideran imprescindible para ordenar un vestuario que algunos califican de “anárquico”. Klopp gusta. Y aunque en la actualidad vive muy bien realizando trabajos de despacho, en el Madrid tiene apoyo. Tiene sentido para un proyecto que busca disciplina y estructura. Si Xabi no reacciona pronto, los esfuerzos se centrarían en el fichaje de Klopp.
Pero aquí estalla la fractura. Porque hay una voz que pesa más que ninguna. Un jugador que es símbolo. Pieza básica del proyecto deportivo y económico: Kylian Mbappé. El francés ya es poder en Chamartín. Y Mbappé no quiere a Klopp.
Mbappé prefiere a Zidane
No le seduce el estilo del alemán. No le convence su intensidad. Le preocupa su carácter fuerte. Un liderazgo que podría reducir su margen creativo. Su libertad táctica y su jerarquía. Para Mbappé, Klopp sería un muro. Un obstáculo hacia el tipo de fútbol que desea. Un entrenador que podría frenar su influencia.
Kylian quiere otra cosa. Otra figura. Otro perfil. Quiere un técnico que lo conozca. Que lo entienda y lo potencie. Y ese nombre es Zinedine Zidane. Para el delantero, Zidane es más que un entrenador. Es un mito. Un referente. El hombre que llevó al Madrid a tres Champions consecutivas. Una leyenda en Francia y un ídolo de infancia. Y, sobre todo, un entrenador que ofrece lo que él busca: libertad en ataque, confianza total, menos sesiones de vídeo y más gestión de grupo. Un clima donde los cracks se sienten grandes.