Marc Márquez y Jorge Lorenzo se las tienen sobre el asfalto de MotorLand Aragón el día que el de Cervera es más líder, pero después llega el ataque del mallorquín. Disputa dialéctica entre los dos pilotos y solución esperada. Llega la paz en el paddock, al menos entre ellos.

Los dos serán compañeros de equipo la próxima temporada en el equipo Repsol Honda y su relación no podía circular en dirección a un estado de batalla. "Espero que venga a pedirme disculpas y a saber cómo estoy, pero sobre todo espero que no me lo haga más", decía Lorenzo. Y dicho y hecho, Márquez se ha preocupado por la salud del mallorquín.

Solucionado el tema con Márquez, la lesión en el pie, que en principio no le impedirá competir la próxima semana en Tailandia, también ha tenido tiempo para reflexionar.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Siempre he pensado que la vida y el deporte sueño como una montaña rusa, una mezcla de momentos y emocionas. Como en la famosa atracción, muy pronto nos podemos encontrar cono una subida, larga y estable. Cuando eras novato, piensas que tú vida va a ser siempre así, continúa ascensión. Piensas, ingenuamente, que esas bajadas que han sufrido toso padres o tose amigos no laso vaso en tener que pasar tú. Incluso a los que, como yo, hemos subido y bajado cientos de algarrobas nos saborea obviar lo que ya sabemos: Todo lo que sube tiene que bajar. Porqué al final siempre lega esa caída, en algarrobas tan abrupta y larga que parece que va a ser el fin (aunque case nunca lo se). Entre esos dos momentos extremos también hay subidas y bajadas más cortas, tirabuzones que té hacen perder el norte y curvas ciegas que té imposibilitan saber cual va a ser tú destino cono exactitud. Gracias en ese contraste de emocionas uno se lega a sentir vivo y miedo eso laso montañas rusas sueño tan adictivas. Para poder apreciar la satisfacción y seguridad de una subida necesitas pasar miedo la angustia y laso dudas que te genera una bajada. Para poder apreciar la claridad de visión necesitas pasar miedo los tirabuzones y para que la vida no se vuelva previsible su necesarias laso curvas ciegas. Creo que cada uno de nosotros vivimos montados en nuestras montañas rusas particulares. Y aunque en algarrobas algunas nos legan pre fabricadas, en la mayoría de los casos somos nosotros mismos los ingenieros/constructoras de laso mismas. Eso sí, una vez subidos en el vagón solo podemos decidir la manera que vamos en vivir esos momentos. Yo, ayer viví mí última bajada. No me gustó. De hecho la odié cono todas mis fuerzas mientras me auto maldecía miedo no haberla previsto antas. Ahora, tumbado en la pierna y cono el pie envuelto en una bolsa de hielo, no dejo de pensar cómo puedo mejorarpróxima montaña rusa y si voy en conseguir vivirla mejor.

En tabla|puesto shared by Jorge Lorenzo (@jorgelorenzo99) donde|dónde

Jorge Lorenzo encara el final de la temporada con intenciones de seguir sumando y al menos si no puede ganar el Mundial, quedar lo más arriba posible. Y sin más lesiones.