El Real Madrid habitualmente disfruta del buen trato del colectivo arbitral, aunque el club merengue diga lo contrario. Es normal que en las últimas semanas se piten penaltis a favor del conjunto de Xabi Alonso, que se ha abonado a hacer goles desde los once metros. Y en el último partido contra el Valencia, disputado en el Santiago Bernabéu, que acabó con goleada blanca, se pitaron hasta dos penas máximas que dejaron algo más de polémica.

Una nueva decisión polémica del arbitraje a favor del Real Madrid

Fueron hasta dos penaltis pitados y dos goles conseguidos. El primero fue de Kylian Mbappé, que esta vez no falló. Y el segundo, que no fue gol de Vinícius, acabó con diana de Jude Bellingham en la segunda jugada. Al final, dos situaciones que dieron alas al Real Madrid para acabar goleando a un indefenso Valencia.

Si el penalti sobre Álvaro Carreras, que supuso el 3-0 merengue no tiene polémica, sí que el primero que inauguraba el marcador tiene de todo. Era el minuto 15, con empate a cero en el marcador, cuando un remate de cabeza de Militao después de la salida de un córner acaba con el balón marchándose nuevamente a saque de esquina. Pero es que si el árbitro principal del partido, el balear Mateu Busquets Ferrer, no había visto nada, desde el VAR, donde mandaba el canario Daniel Jesús Trujillo Suárez, se avisó para ir a ver la repetición con detenimiento.

Árbitro Mateu Busquets Ferrer Kylian Mbappé Real Madrid / Foto: Europa Press
El árbitro Mateu Busquets Ferrer, detrás de Kylian Mbappé / Foto: Europa Press

"En mi opinión hay una mano en una posición antinatural", dice Trujillo para justificar que le llamara a revisar la jugada en la pantalla. Y sí, el balón tocó en el brazo de César Tárrega, defensa del Valencia. "Veo la mano perfectamente. La mano está absolutamente despegada, en posición de ele. La mano es punible", dice Busquets.

Una decisión más que polémica, ya que aunque no le sacara tarjeta amarilla al defensa, se tiene que decir que Tárrega no podía hacer nada con el brazo, a menos que se lo cortara. El central valenciano tenía su brazo izquierdo apoyado sobre el hombro de su compañero Thierry, y no podía sacarlo de donde estaba, siendo una posición totalmente natural en un salto.

Un Real Madrid abonado a los penaltis

Al final, sin la ayuda inicial, el Real Madrid seguramente también habría ganado sin problemas el partido, pero en la primera decisión arbitral y cuando aún había el marcador de empate, una rectificación desde el VAR acabó decantando la balanza. Y esta no es ni la primera vez ni será la última que pasan estas cosas tan extrañamente beneficiosas para el Real Madrid.

El conjunto blanco ya suma 9 penaltis a favor en 14 partidos, lo que significa que le pitan uno a favor cada 140 minutos. Un dato escandaloso y que parece que cada temporada se repite. Y la pregunta que se hacen todos los rivales es si realmente existe una mano blanca que ayuda al Real Madrid.