Malcom abandona el Camp Nou con más pena que gloria para empezar una nueva aventura en Rusia, concretamente en San Petersburgo. El futbolista brasileño ha disputado 1.068 minutos con la camiseta blaugrana y sólo ha sido titular en 11 ocasiones, unos registros que invitan a pensar que el Barça no le buscará a un sustituto que ocupe su lugar.

En ataque, Ernesto Valverde ya cuenta con Leo Messi, Luis Suárez, Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho y también Antoine Griezmann, de manera que parece poco probable que solicite el fichaje de un nuevo delantero. La experiencia con Kévin-Prince Boateng, además, debería haber servido de lección.

Delante de este escenario, el técnico extremeño dispone de tres jugadores que podrían asumir el rol del brasileño siempre que -y eso parece poco probable- Dembélé, Coutinho y Griezmann no puedan jugar. Son Rafinha y Carles Pérez, dos futbolistas de la casa por los cuales no habría que pagar ni un euro.

Rafinha, el eterno suplente

Siempre es el primero en la lista de transferibles pero ya suma seis veranos en el primer equipo del Barça. Aunque se formó como mediocampista, el hispanobrasileño ha ofrecido su mejor rendimiento en la posición de extremo. Ocupando el lugar de Neymar y bajo las órdenes de Luis Enrique, por ejemplo, ya marcó en la final de la Supercopa de Europa contra el Sevilla del curso 2015/16. La temporada pasada también aprovechó una lesión de Messi para disfrutar de minutos a la banda derecha del ataque y fue titular contra el Real Madrid, en Liga, y el Inter, en la Champions.

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El problema es que el hijo de Mazinho acaba contrato el curso que viene, de manera que si el Barça no lo vende este verano lo acabará perdiendo a coste cero. A Valverde es evidente que le gusta, pero un traspaso al Valencia probablemente sería la mejor opción para ambas partes. Al fin y al cabo, él ya tiene 26 años y necesita un club dónde poder jugar con regularidad. Mestalla parece un buen destino.

Carles Pérez, juventud y atrevimiento

La otra opción que Valverde se podría plantear es la de Carles Pérez. El extremo catalán del Barça B ha demostrado en esta pretemporada que tiene algunas de las condiciones necesarias para ser delantero del primer equipo. Es atrevido, quiere la pelota, desequilibra y, lo que es más importante, tiene gol. Contra el Vissel Kobe marcó dos, pero el curso pasado ya había firmado 9 con el filial. Hace dos temporadas, y coincidiendo con su primera titularidad con el B, marcó tres de golpe contra el Tenerife en Segunda A.

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El problema de Carles Pérez es que sólo tiene 21 años, una edad en la cual hay que jugar semana tras semana para progresar futbolísticamente. Si el club decide ofrecerle ficha con el primer equipo, el de Granollers estará condenado a mirarse los partidos desde el banquillo o la gradería. La fórmula adecuada, pues, probablemente será el que ya han seguido otras perlas de la Masia como Carles Aleñá: entrenamientos con el primer equipo y competición con el filial. La decisión, en manos de Valverde.