El Madrid no ha fallado en el Sadar. Los de Zidane han completado una actuación gris, pero efectiva, para imponerse a domicilio al colista de la Liga Santander. El Osasuna ha combatido durante buena parte del partido pero no ha podido hacer nada ante el poder ofensivo visitante y el agotamiento físico de los últimos minutos.

La lesión de Tano ha marcado los instantes iniciales del partido. El lateral derecho del Osasuna ha chocado con Isco y de este choque fortuito su pierna derecha ha resultado más que maltrecha: ha tenido que ser retirado del terreno de juego en camilla después de fracturarse la tibia y el peroné.

Cristiano no perdona

Los veinte primeros minutos dibujaban un escenario complicado para el Real Madrid. Los hombres de Zidane eran incapaces de salir con la pelota desde de atrás: en primer lugar, porque el sistema de tres centrales (que el francés ya había probado contra el Celta con un resultado nada positivo) lo dificulta mucho, pero también porque el Osasuna se ha mostrado muy sólido defensivamente. Además, los navarros se han mostrado más solidarios que nunca en las ayudas defensivas y el Real Madrid no encontraba la fórmula de incomodar a su rival.

Pero donde no ha llegado el juego sí que lo ha hecho la contundencia madrileña en el área contraria. Pase de Benzema hacia Cristiano y el portugués, delante de Sirigu, ha lanzado un potente chute con la derecha. El portero podría haber hecho bastante más para evitar el tanto, pero el Madrid no engaña ni perdona. En un abrir y cerrar de ojos y, lo que es peor, sin avisar previamente, los blancos ya mandaban en el marcador.

Sergio León sigue maravillando

El Osasuna, sin embargo, todavía no había dicho la suya. Tampoco Sergio León. Con la buena puesta en escena, los navarros sólo necesitaban a un líder en el Sadar que hiciera todo lo posible para reconstruir el equipo antes de que el Madrid sentenciara, y esta figura la han encontrado precisamente en él. En el 33, menos de diez minutos después del gol de Cristiano, el delantero español ha recibido un pase al espacio de Fuentes y ha superado a Keylor Navas con una vaselina suave y precisa que firmaba las tablas.

El empate ha reanimado las opciones navarras, más que menguadas después de la grave lesión de Tano y el gol posterior de Cristiano. Y de hecho el Osasuna se podría haber marchado al descanso con ventaja en el marcador, pero Keylor Navas se ha encargado de evitarlo. Emmauel Rivière no ha podido hacer más que lamentarse delante el gran estirón del portero costarricense para contrarrestar su disparo. Cambio de planes: el que había empezado la jornada como primero de la Liga Santander visitaba al último pero la teórica superioridad no se veía reflejada sobre el campo.

Duelo accidentado

También con un susto en la portería de Keylor ha empezado la segunda parte. Sólo habían pasado dos minutos de la reanudación y el portero ya tenía que hacer una extraordinaria parada al disparo del omnipresente Sergio León. El Madrid seguía partido en defensa y el Osasuna aprovechaba los desajustes, pero los de Zidane también realizaban algunos contraataques peligrosos que ponían a prueba Sirigu y la fortaleza del conjunto local.

La enfermería del Sadar se ha llenado en la segunda parte. A la grave lesión de Tano se han sumado las de Fuentes y Danilo, aunque ambas presentaban mejor aspecto que la del primero. El duelo ha ganado en intensidad, y a medida que lo ha hecho ha perdido en ocasiones. Pero, sin avisar otra vez, el Real Madrid ha vuelto a golpear cuando menos se lo esperaba; Isco ha recogido una pelota muerta dentro del área y ha batido a Sirigu con un chute cruzado fuera de su alcance.

Sentencia final

Con voluntad y lucha, pero sin creer, no es suficiente. Con sólo Sergio León, tampoco. El gol ha dejado inconsciente a los locales y, aunque estos todavía tenían posibilidades de sacar un empate, el Osasuna ha transmitido una imagen de impotencia inédita hasta el momento. Su físico no daba para más, el Madrid ha olido la sangre y se ha lanzado de cabeza a por ella en forma de numerosas ocasiones.

Los jugadores blancos han desperdiciado la mayoría de ellas, pero Lucas Vázquez ha aparecido oportunamente para sentenciar el partido cuando el Real Madrid se encontraba pidiendo la hora en el campo del colista. El extremo ha marcado el tercer y último gol de su equipo con una vaselina que ha certificado la victoria visitante. El Madrid ha impuesto el juego de áreas y, otra vez, ha sido más efectivo que su rival.