El Real Madrid se ha reivindicado en el clásico con una victoria de prestigio por 87-75 en la Euroliga ante su eterno rival, el Barcelona Lassa, tras dominar en defensa y llevar el ritmo y el peso del partido en todo momento.

Pero más allá de la victoria madridista el partido se recordará por una canasta de Luka Doncic, casi desde su línea de fondo, en el último instante del tercer cuarto, erigiéndose en el sustituto del lesionado Sergio Llull.

El inicio del partido ha estado marcado por un certero Facundo Campazzo, autor de los 8 primeros puntos del Madrid, y una buena defensa que acababa prácticamente en una zona desorientaron al Barcelona en los minutos iniciales (8-4, min.4.30), en los que sólo Kevin Seraphin ha estado en línea con el partido desde el primer minuto.

Las precauciones de los dos equipos se han dejado sentir desde el inicio, sabedores de la importancia de la victoria. El 15-15 del final del primer cuarto ha sido justo. En el segundo acto se han comenzado a verse más cosas en ataque. Jaycee Carroll ha sido el primero que ha comenzado a enchufarlas hasta que Luka Doncic y Felipe Reyes han empezado a hacer funcionar su conexión particular.

El Real Madrid ha mandado en el marcador y en el ritmo de juego, pero el Barça no se ha desesperado en ningún momento y ha intentado buscar soluciones sobre la marcha apoyado en su profundo banquillo. Al final, los blaugrana se han recuperado con un Juan Carlos Navarro infalible desde la línea de tiros libres y han llegado al descanso con un 40-38.

Cinco puntos seguidos de Trey Thompkins, en un parcial de salida de 8-0, han aumentado la ventaja local a la decena de puntos, poniendo al Barcelona ante la primera gran prueba del clásico. El trío arbitral ha querido evitar desde el primer momento cualquier tipo de problema y ha cortado en exceso el juego, contribuyendo muy poco al buen espectáculo de ambos equipos.

Doncic ha seguido con su particular recital de asistencias y el Madrid ha comenzado a afianzar su ventaja, además de emitir sensaciones más que positivas de cara a la victoria. El Barça ha perdido el equilibrio ante la doble amenaza permanente de Doncic y Campazzo y el 63-48 (min.29) ha sido la demostración palpable de esa superioridad.

Y para acabar de demostrarlo, Doncic se ha disfrazado de Sergio Llull para en el último suspiro marcarse un triple imposible desde casi su propia línea de fondo, 68-52, y dejar el camino un poco más llano de cara a los últimos diez minutos, tras un parcial de 28-14 en este tercer cuarto.

Por si había alguna duda, el Madrid ha seguido subiendo como la espuma al tiempo que el Barça buscaba la manera de no salir con una derrota escandalosa del primer clásico europeo. Tras esos 21 puntos de renta los blaugrana han buscado conservar su orgullo, mientras que el Madrid se ha relajado un poco, con lo que la ventaja ha disminuido hasta el 80-71.

Hasta ahí ha llegado todo y ha sido Doncic el que ha 'cerrado' el partido con un baile sobre Víctor Claver al que dejó literalmente tirado en el parqué para darle otra asistencia a Reyes. 

Al final, 87-75, el Madrid sale victorioso y reforzado y el Barça derrotado e inmerso un poco más en su crisis.