El Real Madrid ha superado por la mínima uno de los compromisos más duros de lo que resta de temporada después de vencer por 1 gol a 2 al Athletic. Benzema ha completado una gran actuación para ayudar a su equipo en su visita a San Mamés y los blancos se cogen con fuerza al liderato de la Liga Santander.

San Mamés rugía y la manada de jugadores vascos ha salido con más hambre que nunca. Como es habitual, para ir a la caza de su rival el Athletic ha utilizado más el corazón que la cabeza y su planteamiento, juntado con una presa miedosa sin atrevimiento ni presencia ofensiva, ha servido para ceder las primeras ocasiones para los vascos.

Pero por muy inofensiva que parezca una presa, nunca se le tiene que perder el respeto. En primer lugar, porque las apariencias engañan a mucho y el Real Madrid ha demostrado durante buena parte de la temporada que es capaz de hacer daño sin necesitar de un buen juego; por otra parte, porque ceder espacios a jugadores como Cristiano o Benzema (que no sólo los interpretan a la perfección sino que los penalizan mucho) puede tener consecuencias muy negativas.

Benzema decide

Probablemente eso explica el hecho que después de la primera media hora de juego el Athletic haya contado con muchas aproximaciones pero ha contemplado cómo los hombres de Zidane les lanzaban dos picotazos mortales en forma de goles. La primera ha resultado inefectiva después de que el árbitro lo anulara por posición antirreglamentaria de Cristiano Ronaldo, pero a la segunda no ha podido hacer nada. Casemiro ha hecho un pase al espacio al portugués y este ha centrado hacia Benzema para golpear primero en el marcador.

Los de Valverde no se han rendido pero no han podido en un partido que ha ido perdiendo en juego y ganando en tensión a medida que han ido transcurriendo los últimos instantes de la primera mitad. El feudo vasco veía como sus jugadores, que habían perdonado en exceso, enfilaban el camino de los vestuarios con la cabeza gacha. Heridos, pero no vencidos.

Los cambios trastocan al partido

Colectivamente, el Madrid mejoraba las sensaciones de los últimos partidos, pero a nivel individual el rendimiento dejaba mucho que desear; El compás de Modric estaba desafinado, Gareth Bale no conectaba con sus compañeros, Marcelo se veía superado en muchas situaciones defensivas y Keylor Navas continuaba con las dudas de las últimas semanas. El dúo formado por Benzema y Cristiano era una solución a corto plazo pero los blancos necesitaban hacer más si querían mantener la ventaja.

Los segundos 45 minutos han visto una imagen más ofensiva del Madrid, aunque eso no se ha traducido en más dominio visitante sino que ha permitido un juego de ida y vuelta. No instantáneamente, pues los primeros momentos de la reanudación han sido calmados y no han tenido trascendencia, pero sí a partir de la entrada de Muniain en el Athletic y la salida de Modric en el club madrileño.

Afianzando el liderato

La inspiración de Iñaki Williams ha vuelto a hacer rugir San Mamés. El extremo no ha dejado de intentarlo hasta que un centro suyo ha sido recogido por Raúl García y posteriormente rematada por el líder de la manada, Aritz Aduriz. El Athletic conseguía igualar el marcador, pero inexplicablemente se ha dejado marcar otro gol de forma incomprensible, y es que Casemiro se ha quedado solo en un córner y ha rematado a placer. Otra vez heridos, en este caso más profundamente.

Quedaban 20 minutos para reaccionar y entre todos los leones ni había uno que seguía sin rendirse. Williams no dejaba de intentarlo y se ha convertido en todo un dolor de cabeza para la defensa blanca, que tampoco ha pasado demasiadas dificultades. Los de Zidane se han cerrado con mucha solidez y no han dejado espacios a los atacantes contrarios.

Victoria muy importante del Real Madrid en la que seguramente era la salida más complicada de aquí al final de Liga. Las sensaciones no mejoran pero los resultados siguen sonriendo a costa de unos rivales que se ven superiores pero eso no se lo encuentran compensado.