La selección española volvió a demostrar su fortaleza este sábado en el Martínez Valero de Elche. A pesar de las ausencias importantes, como Rodri, Carvajal, Hujsen, Nico Williams y Lamine Yamal, España impuso su superioridad desde el primer minuto. El resultado final, 2-0 ante Georgia, no refleja del todo la dominación absoluta que ejercieron los jugadores.

El ambiente en el estadio fue espectacular. Casi 29.000 aficionados llenaron las gradas, animando sin descanso. España se mostró lider del grupo, superando a sus rivales con comodidad. La victoria deja a los españoles muy cerca de sellar su billete al Mundial 2026 en Estados Unidos. Si ganan a Bulgaria y Turquía pierde ante Georgia, la clasificación será matemática.

España Georgia Yeremi Pino Europa Press

España suma un nuevo triunfe en Elche en su camino hacia el Mundial

El partido estuvo marcado por la eficacia ofensiva de España. Yeremi Pino abrió el marcador con un gran tanto tras una asistencia de Le Normand. Ferran Torres provocó un penalti que quiso ejecutar, pero cedió a Oyarzabal, cuya falta de acierto ante Mamardashvili fue una de las pocas sombras del encuentro. En la segunda mitad, Oyarzabal se redimió con un golazo de falta, cerrando el marcador y confirmando la superioridad del equipo.

Pero no todo fue euforia en Elche. Hubo alguna mala cara que no gustó en absoluto a Luis de la Fuente. Alejandro Grimaldo, que no disputó ni un minuto, se retiró malhumorado al vestuario. Teniendo en cuenta que era un partido menor, el lateral izquierdo esperaba tener algunos minutos. Sabe que no es la primera espada para el puesto. Ese honor es para Marc Cucurella. Pero también confiaba en tener protagonismo en partidos menos trascendentes. Pero nada más lejos de la realidad.

Alejandro Grimaldo gol Bayer Leverkusen / Foto: EFE - Christopher Neundorf

Malas caras en el banquillo

El problema de Grimaldo no es nuevo. Su actitud había causado tensiones en su etapa en el Barça con Luis Enrique como entrenador. Consideraba que estaba listo para ser titular, pero la falta de oportunidades le hizo tomar decisiones drásticas. Su salida al Benfica fue consecuencia de una paciencia agotada y de la sensación de infravaloración.

Luis de la Fuente no tolerará este tipo de comportamientos. Cree que la unidad del grupo es prioritaria y que nadie puede ponerse por encima del colectivo. La Roja necesita jugadores comprometidos, centrados y con mentalidad ganadora. Actitudes como las de Grimaldo generan problemas internos que afectan al equipo y al ambiente del vestuario.