La selección española vuelve a escena. Este sábado, La Roja recibe a Georgia en el Martínez Valero de Elche en su camino hacia el Mundial 2026. Un partido clave para mantener el liderato del grupo y reforzar la imagen sólida que el equipo ha mostrado en los últimos meses.
El ambiente en la concentración era optimista. España llega con la moral alta después de sus victorias ante Bulgaria y Turquía, en las que mostró una versión convincente, dominadora y eficaz. Sin embargo, no todo ha sido tranquilidad en el cuartel general del combinado nacional.
La Selección Española llega al partido ante Georgina plagado de bajas importantes
Las bajas han sido numerosas. Nico Williams sigue fuera, Dani Carvajal no se ha recuperado a tiempo, Rodri cayó lesionado con el Manchester City y Lamine Yamal continúa con molestias en el pubis. A eso se suma la ausencia de Dani Olmo, que se ha lesionado entrenando con el combinado español. Una lista que ha obligado a Luis de la Fuente a improvisar y a dar oportunidades a jugadores menos habituales.
Entre las sorpresas, el regreso de Borja Iglesias y la presencia de Jorge de Frutos o Jesús Rodríguez, llamados a suplir el talento de los ausentes. El seleccionador lo tiene claro: nadie tiene el puesto garantizado. Ni los veteranos, ni los jóvenes.
Precisamente uno de esos jóvenes ha sido el protagonista involuntario de la semana. Durante los entrenamientos, un gesto de desatención encendió las alarmas. El jugador, llamado a ser una de las promesas del futuro, mostró poca intensidad en varios ejercicios y, sobre todo, falta de presión en la salida rival, un aspecto que De la Fuente considera innegociable.
Toque de atención a Samu Omorodion
El jugador en cuestión es Samu Omorodion, delantero del Oporto. Su actitud, según fuentes del cuerpo técnico, fue catalogada como un acto de indisciplina inaceptable. No se trata de un enfrentamiento abierto, pero sí de un toque de atención a un futbolista que parecía tener pie y medio en la titularidad.
El seleccionador, exigente con el esfuerzo y el compromiso, no lo dejó pasar. Detuvo la sesión, habló con el futbolista y le recordó que en la selección española se entrena con el mismo rigor con el que se juega. El incidente no pasó a mayores, pero sí tuvo consecuencias.
Todo apunta a que el técnico ha decidido no incluirlo en el once titular ante Georgia. No es una sanción formal, pero sí una advertencia clara: en La Roja, la disciplina está por encima del talento. “Aquí nadie se relaja”, es una de las máximas de De la Fuente en el vestuario.
Aun así, el seleccionador confía en él. De la Fuente valora su potencia y su instinto goleador, pero quiere que entienda que la camiseta de España se gana en cada entrenamiento. Con el grupo concentrado y la lección aprendida, España buscará una nueva victoria. Porque bajo el mando de Luis de la Fuente, el mensaje es tan simple como contundente: el esfuerzo no se negocia.