Como es lógico en el fútbol, la rivalidad va mucho más allá de los partidos que se disputan en el terreno de juego. También se traspasa a los despachos de los clubs, sobre todo a la hora de incorporar fichajes. Los grandes equipos siempre están detrás de los mejores jugadores y es normal que, en ocasiones, coincidan en los mismos objetivos.
En el caso de Real Madrid y FC Barcelona, no es diferente. En las últimas horas, un futbolista de la Liga, ha despertado el interés de los mejores clubs de Europa, entre los que están blancos y blaugrana. No es otro que Gabri Veiga, la irrupción del jugador del Celta de Vigo no ha pasado indiferente a los ojos de Joan Laporta y Florentino Pérez, pero el presidente merengue podría dar el estacazo definitivo.

Gabri Veiga, "libre"
El futuro del jugador es muy incierto. Carlos Mouriño, presidente del conjunto vigués, declaró que "no queremos vender a Gabri, pero también os digo que nos lo van a comprar", dejando claro que Veiga no iba a seguir en el Celta, y no es de extrañar, dada su explosión en el conjunto dirigido por Carlos Carvalhal.
Su baja cláusula, de 40 millones de euros, lo convierte en un caramelo para los grandes de Europa y parece claro que abandonará Balaídos. Antes, eso sí, deberá tomar una decisión que podrá marcar el devenir de su futuro, y es que el joven centrocampista termina contrato con su representante.

Son muchas las agencias, nacionales y extranjeras, y los representantes que se han puesto en contacto con el entorno del gallego para gestionarle su futuro. Depende de quien sea el nuevo representante de Veiga, puede acercar al futbolista al Real Madrid.
Veiga quiere ir al Real Madrid
La Premier apuesta fuerte por el jugador y, según palabras del presidente del Celta, son, al menos, 4 los clubes ingleses que se han puesto en contacto con Mouriño para preguntar por el jugador. Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que Veiga ya ha decidido y quiere ir al Real Madrid.

El jugador ha puesto en bandeja de plata a Florentino Pérez su contratación. La cláusula de 40 millones de euros es muy asequible para un Real Madrid que sabe que si pone la pasta sobre la mesa, se llevará al centrocampista. De esa manera, dará el golpe definitivo al supuesto interés del Barça, logrando así que su máximo rival, no consiga a uno de sus objetivos. Y es que hay algunos partidos que también se juegan fuera del campo.