El Clásico ha sido un auténtico mazazo para el Barça. El equipo de Xavi Hernández ha completado una primera mitad maravillosa en que el conjunto blaugrana ha sido holgadamente superior al Real Madrid. No es que haya tenido excesivas ocasiones de gol, pero aparte del gol de Gündogan, se podría haber marchado al vestuario con 2-0 en el marcador después de un polémico penalti no señalao por el árbitro Gil Manzano.
La acción ha llegado después de un salto de Ronald Araujo que Aurélien Tchouaméni ha impedido a medio vuelo, cogiendo al uruguayo por el cuello y bajándolo al suelo. Hay siempre muchas disputas en el área cuando llega un centro, pero en este caso, a pesar de ser muy descarado, el árbitro ha decidido que no había nada punible. En caso de pena máxima y de gol, el FC Barcelona le habría asestado un golpe psicológico al Real Madrid del que, muy probablemente, sí que no se podría haber levantado.
El Real Madrid nunca se puede dar por muerto
No se puede negar a que la primera mitad solo ha tenido un color, pero el Real Madrid, con la velocidad de Vinicius y Rodrygo arriba y con la omnipresencia de Bellingham en el área, nunca se puede dar por muerto. En este sentido, hoy no han tenido ni mucho menos su mejor partido gracias, precisamente, en una labor defensiva brillante de dos hombres que también han firmado un gran partido como Araujo y Christensen.
No obstante, Bellingham, en un gran disparo que Ter Stegen podría haber rechazado y en una acción afortunada en el centro del área después de un mal control de Luka Modric, ha marcado los dos goles del combinado merengue en el 69' y en el 92' para pintar de blanco un Clásico que el Barça parecía tener controlado antes del ecuador.
Xavi ha hecho uno de los mejores planteamientos desde que es entrenador del Barça, pero los cambios, lejos de aportar, han sido contraproducentes. Robert Lewandowski ha provocado la mayoría de contragolpes rivales en los últimos minutos, mientras que Oriol Romeu, el que peor ha jugado con diferencia, ha salido en varias fotografías comprometedoras para el equipo blaugrana.
Oriol Romeo, excesivamente flojo
El futbolista catalán ha entrado en el terreno de juego sustituyendo a Fermín López. El andaluz, precisamente, ha sido uno de los mejores jugadores del Barça este sábado, pero la entrada de Oriol, que buscaba restablecer el orden y, de paso, tratar de conservar a los 11 hombres sobre el césped porque el joven andaluz estaba amonestado, no solo ha hecho perder al equipo la superioridad con balón, sino que le ha podido costar algún gol en contra más al Barça con alguna pérdida muy sensible.