Henrik Larsson jugó dos temporadas en el Barça en la que ayudó a conseguir dos Ligas y sobre todo, la Champions del 2006. Ahora, con 48 años, ha confesado cuál fue uno de los momentos más duros durante su carrera.
"No hay que avergonzarse"
Larsson ha comentado que necesitó ayuda después de la muerte de su hermano por sobredosis en 2009: "No estaba pasando por un buen momento y mi mujer me dijo que tenía que hablar con alguien para aclarar algunas cosas. Fui a un profesional y estuve mucho mejor después", en declaraciones a Lockdown Tactics Podcast.
La adicción de su hermano la arrastró a los terrenos de juegos: "jugar cada fin de semana conociendo la adicción de mi hermano no era fácil". "Es importante compartir con alguien como te sientes para que te pueda ayudar. No hay que avergonzarse para hablar de tu salud mental", ha asegurado.