El Real Madrid entra en la historia de la Champions League después de ganar la final contra la Juventus de Turín (1-4) y convertirse en el primer equipo que lo consigue en dos temporadas consecutivas. Los dos goles de Cristiano Ronaldo lo sitúan como máximo goleador de la competición (12) y favorito número 1 para levantar el Balón de Oro.

Una final vertiginosa

El estilo de los dos equipos hacía suponer un partido poco lucido. Los análisis previos al partido hacían suponer que el Madrid contendría su vocación atacante por miedo a los contragolpes de una Juve que ya ha demostrado que domina muchos más registros que la defensa. Pero ha sucedido todo el contrario.

Los italianos han salido a buscar los blancos en campo contrario. Y los han encontrado. Gonzalo Higuaín, en el primer partido contra sus excompañeros, ha avisado con dos ocasiones que ha parado Keylor Navas. Un Navas que se ha exprimido para desviar un disparo de Miralem Pjanic cuando ya se cantaba gol.

El Madrid estaba adormecido, sin argumentos para superar la presión voraz de la Juventus. Los de Zinedine Zidane se han refugiado en el balón. Y a través de la posesión ha conseguido entrar en el partido. Toni Kroos, Isco Alarcón y Luka Modric dirigían el equipo desde el medio del campo. Y han encontrado el premio gordo en la primera ocasión clara de gol.

Cristiano y Mandzukic

Parecía impensable poder atacar el sistema de la Juventus al contragolpe pero un error en una jugada aparentemente intranscendente ha desencadenado al Madrid. La pelota ha empezado en la banda izquierda y en campo propio y ha acabado en la banda derecha del campo contrario. Dani Carvajal ha controlado un balonazo para regalárselo a Cristiano Ronaldo. Y en el punto de penalti y libre de presión, el portugués no ha fallado. Disparo cruzado y 0-1.

El gol de Cristiano, en la segunda pelota que ha tocado, supondría una losa demasiado pesada para la mayoría de equipos. Pero esta Juventus es diferente. El equipo de Massimiliano Allegri, sin rifar ningún balón, se ha mantenido de pie y ha encontrado el empate con una genialidad de Mario Mandzukic.

El delantero menos dotado técnicamente de los italianos se ha inventado una chilena dentro del área para superar a Keylor Navas. Un operario disfrazado de artista para darle una nueva dimensión al partido.

El gol de Mandzukic ha abierto un nuevo escenario. La Juventus se ha instalado en el campo del Madrid para obligarlo a renunciar a la pelota y a jugar permanentemente en largo. En el juego aéreo, los italianos no tienen rival. Los blancos se han dedicado a sobrevivir y lo han conseguido.

Miedo a perder

En una final de Champions, la cabeza juega un papel decisivo. Y la Juventus ha dado la sensación, después del descanso, de no querer arriesgar con el marcador. Eso ha sido el peor error posible. El Madrid ha olido la sangre y no se lo ha pensado.

Casemiro ha hecho justicia con lo que se estaba viendo en el estadio de Cardiff. El mediocampista, dedicado a destruir el juego del rival, se ha destapado con un disparo de 25 metros que ha rozado la bota de Sami Khedira para acabar en gol. La suerte de los campeones.

Y aprovechando el alud de juego, el Madrid ha sentenciado el partido y la final. Dos minutos después del 1-2 de Casemiro, Cristiano Ronaldo ha hecho el tercero aprovechando un centro de Modric. Segundo gol de Ronaldo y duodécimo en la Champions para ponerle el lazo a su quinto Balón de Oro y empatar con Leo Messi.

El equipo se ha dedicado a administrar la ventaja en el marcador y sólo ha sufrido a balón parado ante una Juventus que ha pagado el esfuerzo de la primera parte. Marco Asensio, que habia entrado por Isco, ha cerrado la goleada en el descuento. La Champions, la número doce del Madrid, certifica el primer doblete con la Liga después de 59 años.