El FC Barcelona lleva varios veranos ajustándose el cinturón. Las limitaciones económicas han obligado al club a moverse con cesiones, fichajes de bajo coste y operaciones muy calculadas. Sin ir más lejos, este último mercado estival apenas se invirtieron poco más de 20 millones de euros, una cifra que contrasta con los grandes desembolsos de la época dorada. Sin embargo, en el horizonte se vislumbra un cambio radical.
El presidente Joan Laporta está convencido de que en el verano de 2026 el Barça podrá volver a ser protagonista en el mercado de fichajes. El plan es claro: incorporar dos nombres de primer nivel mundial que refuercen el eje del ataque y el centro de la defensa.
Julián Álvarez, el recambio de Lewandowski
El primero en la lista es Julián Álvarez, actual delantero del Atlético de Madrid. El argentino, a sus 26 años en ese momento, sería el elegido para asumir el relevo de Robert Lewandowski, cuyo contrato con el Barça finaliza precisamente en 2026. Laporta y la dirección deportiva consideran al ex del Manchester City el perfil ideal: movilidad, capacidad goleadora y experiencia al máximo nivel.

El precio, eso sí, no será bajo. El Atlético no dejará escapar a su estrella por menos de 100 millones de euros. Una cantidad importante, pero asumible si se cumplen las previsiones económicas del club culé, especialmente con la ficha liberada por la salida de Lewandowski y otros ajustes en la plantilla.
Bastoni, el central que quiere Flick
El segundo gran objetivo es Alessandro Bastoni, central del Inter de Milán. Flick lleva tiempo pidiendo un defensa de jerarquía para reforzar a Cubarsí, y Bastoni encaja a la perfección: joven, zurdo, con experiencia internacional y una capacidad de liderazgo que lo convierte en pieza codiciada.
El italiano podría salir del Inter por una cifra cercana a los 70 millones de euros. No es una ganga, pero el Barça entiende que la inversión es necesaria para construir una defensa sólida a largo plazo.

El plan económico del Barça
Para afrontar ambas operaciones, Laporta confía en varios factores: el ahorro acumulado tras años de austeridad, la liberación de masa salarial con la marcha de Lewandowski y otros veteranos, la entrada de nuevos patrocinios y, sobre todo, el esperado regreso al Camp Nou. La vuelta al estadio supondrá un impulso económico clave gracias al incremento de ingresos por taquilla y explotación comercial.
Ilusión renovada
Aunque todavía falta mucho para 2026, en los despachos del Camp Nou se trabaja ya con la vista puesta en ese verano. Laporta cree que será el momento de dar un golpe en la mesa y devolver al Barça a la primera línea del mercado. Dos nombres propios —Julián Álvarez y Bastoni— encabezan la lista de deseos, dos fichajes que serían auténticas bombas para relanzar el proyecto azulgrana.