A veces un gol te puede cambiar la vida. Pero no es el caso de Jeffrén Suárez. Este veloz extremo hispano-venezolano criado en La Masia fue el encargado de firmar la quinta diana de la manita que el Barça de Pep Guardiola endosó al Real Madrid de José Mourinho el 29 de noviembre del año 2010. Desde entonces, su carrera ha hecho bajada.

Jeffrén debutó con el primer equipo del Barça en unos dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Badalona en el año 2006, pero no alcanzó la Primera División hasta el 2009, cuando Guardiola le dio la oportunidad de contar con minutos ante el Mallorca. La Liga ya estaba sentenciada.

El curso siguiente llegaría el debut en la Champions y también en el Mundial de Clubs, torneo en el cual participó para intentar dar la vuelta al marcador en la final contra Estudiantes de La Plata. Su participación, en mayor o menor medida, permitió que el Barça remontara el partido y consiguiera un sextete histórico.

La temporada 2010/11, la del quinto gol al Real Madrid, fue la última de Jeffrén en el Camp Nou. En verano el Barça lo traspasó al Sporting de Portugal a cambio de 3.750.000 euros, cifra que el club portugués no amortizaría en ningún momento.

En Lisboa el extremo no encontró nunca su lugar y, después de dos cursos irregulares, se marchó gratis al Valladolid, que en aquel momento estaba en Primera. Con los castellanos sólo disputó 11 partidos y acabó bajando a Segunda, donde sí que sería importante disputando 36 encuentros.

Y de Zorilla, a Bélgica. Jeffrén probó fortuna en el KAS Eupen, primero, y en el Grasshoppers suizo, después. El curso pasado fichó por el AEK Larnaca chipriota y ahora, una temporada después, vuelve a cambiar de equipo. Su nuevo destino -y último hasta ahora- es el Slaven Belupo de Croacia.

Jeffrén sigue recorriendo Europa, pero para los culés siempre será el hombre que consiguió el quinto gol contra el Real Madrid en aquella histórica noche del 2010.