Sandro Rosell vuelve a hablar de su encarcelamiento, de sus vivencias pero también acusa con nombres y apellidos. En el programa 'Lo de Évole' insinuó que Jaume Roures, propietario y fundador de Mediapro, está detrás de la "conspiración" que ha habido contra él.

"En unas declaraciones él dijo que sabía que iba a estar mucho tiempo en la cárcel. Me hizo malpensar. Vino una investigación desde Estados Unidos por soborno a la empresa de Roures y se paró. Me extrañan muchos pasajes alrededor de mi caso y él siempre estaba cerquita. Siempre me deja preocupado. No somos muy amigos", afirmó Rosell.

Acusación muy grave y diciendo que había supuestas manos negras. Y con Roures detrás de todo. Pero ahora el mismo Jaume Roures ha salido al paso de las contundentes afirmaciones de Rosell.

Sin entrar en polémicas

En una entrevista en 'El Món a RAC1', Roures ha rebatido la argumentación de Rosell diciendo que "debe suponer que tengo influencia en la Audiencia Nacional... hace reír si no fuera por las circunstancias en las que ha vivido Sandro". Roures no ha querido contestar directamente a las acusaciones porque asegura que abrir al ventilador no me interesa, cosa que sí en Rosell. También a 'La Mañana de Catalunya Ràdio' ha añadido que encuentra "inverosímil que me atribuya los poderes que dice. No quiero entrar en polémicas con él".

A estas alturas el fundador de Mediapro no se plantea demandar al expresidente del Barça, pero ha seguido su discurso reabriendo el caso de los correos espiados, que fechan la primera denuncia de febrero del 2016.

Jaume Roures Mediapro Europa Press

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Recordando el espionaje

Concretamente, ha recordado que Rosell "espió durante tres años y medio mi correo. La policía ha dictaminado que el señor que él sobornó en mi casa tenía 14.000 correos míos y los pasaba a Sandro y a sus secuaces". Y ha vuelto a poner énfasis públicamente que "hay dos personas que están denunciadas y trabajando en el Barça", y Josep Maria Bartomeu lo sabe.

Uno era en su momento el responsable informático de casa de Roures, "que cobró por pinchar el correo". Y otro que trabajó por Roures en su casa y después fue a trabajar a la empresa del Rosell. "Había petición expresa de búsquedas de cómo funcionaba el fútbol en los bares. Todo esto está judicializado desde hace un tiempo, cuando salga el juicio todo el mundo quedará retratado", añade.

Y para acabar explica que "me hizo una oferta de arreglo a la catalana. ‘Dejémoslo correr, hoy por ti mañana por mí’. Y yo dije que no. Sabes qué es que te pinchen el correo tres años y medio. Eso sí, no han encontrado ni una sola frase para hacer ruido, pero es una violación de la intimidad increíble".