Un gol de Isco en el 90 ha dado la victoria a la segunda unidad del Real Madrid en el Molinón (2-3). El malagueño ha completado una exhibición de nivel y ha evitado un tropiezo blanco que hubiera dado muchas opciones al Barça de cara a la consecución de la Liga.

Partido por LaLiga o por la vida. Los locales llegaban al partido muy necesitados de puntos para luchar por la salvación: los blancos visitaban El Molinón con el firme objetivo de seguir al frente de la clasificación, y lo hacían con nueve novedades en la alineación respecto del once que jugó en el Allianz Arena.

Isco pide minutos

El fondo de armario del Madrid ha vuelto a los terrenos de juego para lucirse y pulir la imagen del Madrid. Con un Sporting de Gijón sin su referente ofensivo, Burgui, por la cláusula del miedo, los de Zidane han encontrado en Isco al líder perfecto. Con Asensio, el malagueño ha mimado la pelota y ha permitido en el Madrid tener una posesión bastante estéril pero tranquilizadora que se ha extendido durante toda la primera parte.

Aunque lo intentaban, los jugadores del Sporting no conseguían trenzar muchas pasadas seguidas y, en consecuencia, no podían intimidar a Kiko Casilla. No sufrían defensivamente, pero tampoco amenazaban con hacer daño. No obstante, Mikel Vesga ha hecho recordar a Laudrup con un pase de cuchara digno del danés y Cop no ha desperdiciado la oportunidad para adelantar a su equipo en el marcador.

La alegría, sin embargo, no ha durado mucho a la afición local, pues Isco no ha querido ser menos y también ha firmado una genialidad para empatar el partido. No se habían jugado ni 20 minutos de partido cuando el exjugador del Málaga ha recibido dentro del área, ha driblado a tres defensas y ha culminado con un disparo con la izquierda. El remate sacaba las telarañas a la escuadra de la portería de Cuéllar y al mismo tiempo pedía a gritos más presencia del de Benalmádena en los onzes madrileños.

Calma después de la tormenta

Aunque quedaba bastante tiempo por disputar de la primera mitad, después del empate ninguno de los dos equipos se ha mostrado especialmente acertado en los metros finales y el marcador no se ha movido. Los primeros 45 minutos habían mostrado una segunda unidad blanca con luces y sombras: Isco era el faro que iluminaba el camino a seguir, Asensio y Lucas Vázquez lo recorrían con mucha voluntad pero Morata, James y Coentrao no brillaban en exceso.

La segunda maravilla de Vesga... y la respuesta de Morata

Vesga ha vuelto a aparecer para aumentar las dudas del Madrid en la reanudación. El mediocampista vitoriano ha hecho un remate parabólico con la cabeza y ha marcado el segundo gol del Sporting. Jugadores y seguidores asturianos volvían a ver más cerca su objetivo, pero otra vez el Madrid no ha tardado al reaccionar mediante Álvaro Morata, que no había entrado prácticamente en contacto con el juego.

Ha aterrizado tarde, pero lo ha hecho con fuerza. También con la cabeza, y a pase de Danilo, Morata ha vuelto a equilibrar el marcador. Quedaba media hora para el final, y el partido trampa para el Madrid se había convertido en una dura realidad. Además, aunque la posesión era suya, los rojiblancos salían al contragolpe siempre que podían y han perdonado en más de una ocasión.

Los cambios introducidos por los dos entrenadores han acabado de determinar el guion de los últimos minutos finales. El Sporting ha enfocado la situación con menos voluntad ofensiva que durante el resto de partido y el Madrid lo ha intentado con más desenvoltura.

Isco toma el relevo de Ramos

Al final, sin embargo, Isco ha aparecido para volver a vestirse de héroe. El malagueño ha hecho un disparo potente con la pierna derecha desde fuera el área y ha marcado un gol vital para el Madrid cuando ya se había cumplido el tiempo reglamentario. Los blancos han salvado un partido muy complicado en la previa de la vuelta de la Champions y el Clásico, hecho por el cual los tres puntos tienen mucho mejor sabor.