La victoria agónica del Manchester City contra el Southampton (2-1) dejó una de las imágenes de la jornada en la Premier League inglesa. El gol de Raheem Sterling, en el último minuto del tiempo añadido, alargó la racha de los citizens hasta los 19 partidos consecutivos ganando. Unos números que consolidan al equipo al frente de la Premier y lo convierten en el principal candidato al título.

Sterling, a pesar del gol, no fue el protagonista del tramo final. Pep Guardiola, después de escuchar el silbato del árbitro, estalló de alegría para celebrar el 2-1 con sus futbolistas y la afición. Acto seguido, el técnico de Santpedor fue a buscar, visiblemente enfadado, a Nathan Redmond, futbolista del Southampton. Las imágenes parece que hablan solas, pero tienen una explicación.

El mismo Guardiola quiso aclarar el incidente en la sala de prensa del Etihad Stadium. "A Redmond le he dicho lo buen jugador que es. La temporada pasada nos destrozó con su juego, pero esta vez no ha podido atacarnos porque su equipo estaba siempre defendiendo", dijo el entrenador del City.