Antoine Griezmann tiene un problema. El francés, un zurdo de los que buscan zonas interiores constantemente, está condenado a jugar enjaulado. El francés sabía que el rey del ataque del Barça es Leo Messi y que tendría que debería adaptarse a la banda izquierda, pero este sábado ha chocado por primera vez con la dura realidad.

Contra el Borussia Dortmund, Ernesto Valverde ha apostado por un tridente formado por Luis Suárez, la referencia, Griezmann y Ansu Fati. Sorprendentemente, sin embargo, el técnico blaugrana ha situado al delantero francés en la banda izquierda y el juvenil en la derecha, de manera que ambos han jugado a pierna natural.
 

leo messi barça efeEFE

Desde el perfil contrario al que desearía, Griezmann no ha brillado y se ha pasado la mayor parte del partido enganchado en la línea de lado, donde es imposible chutar a portería. Sólo ha podido desencadenarse al final del primer tiempo, cuando él y Fati se han intercambiado las posiciones.

La noticia de la noche, sin embargo, la ha protagonizado Messi. La estrella del equipo por fin ha debutado esta temporada, hecho que ha provocado el exilio definitivo de Griezmann al perfil izquierdo. La posición es evidente que le incomoda, pero, por su propio bien y por el del equipo, deberá acostumbrarse a ella. Como es lógico, Messi no renunciará a su espacio. Y menos para beneficiar a un jugador que no lo entusiasma, precisamente.