El Girona ha abusado del colista y ha goleado en el primer partido del 2018 en Montilivi. Los gerundenses han sido muy superiores a un Las Palmas que continúa en caída libre dirección a Segunda. Olunga, que ha sustituido Stuani por unas molestias del delantero uruguayo, ha sido el gran protagonista con un hat-trick.

Stuani como forma de vida

Duelo entre polos opuestos. Dos viejos conocidos se encontraban en un escenario inédito (han cambiado la Segunda División por la Primera) en busca de, como se suele decir, mucho más que tres puntos. 27 días después de su última victoria, los de Pablo Machín tenían la oportunidad de alzar el vuelo en la élite a costa de hundir a su rival y, de rebote, colocarse a quince puntos del propio Las Palmas i del Màlaga, último y penúltimo clasificado de la Liga, respectivamente.

El partido exigía máxima concentración y cobraba la trascendencia de un compromiso vital. Y en este contexto, claro está, Stuani se mueve como pez en el agua. Lucha, desgaste y sacrificio. Es el contraste al juego de posesión que Paco Jémez está intentando inculcar a su nuevo equipo, pero la solución perfecta a lo que requiere la formación de Machín. 10 goles en lo que llevamos de temporada. En un equipo que no ha variado demasiado respecto al que jugaba la temporada pasada en la categoría de plata, el uruguayo es el gran factor diferencial.

El de hoy no ha sido el mejor, pero ha desencallado un partido que había ganado en peligrosidad. Después de unos grandes primeros minutos del Girona, el Las Palmas se ha hecho con el control de la pelota y ha empezado a crear, con timidez, peligro en la portería de Bono. Portu ha hecho una gran jugada individual que ha finalizado con un penalti tan ostentoso como innecesario de Castellano y Stuani se ha encargado de rematar el trabajo.

Desgraciadamente, el uruguayo también ha sido protagonista en las noticias negativas de la fría mañana en Montilivi. Finalizada una primera mitad que no pasará a la historia por entretenida, el futbolista no ha podido volver a pisar el césped como consecuencia de los problemas físicos. Su evolución marcará si el precio pagado por la victoria de hoy ha estado demasiado caro o no. Sea como sea, los gerundenses tienen que demostrar, como han hecho en la reanudación, que hay vida después de Stuani.

Una goleada para empezar el año

El 2017 fue un gran año en Girona, pero el 2018 no quiere ser menos. Y es que los gerundenses han aprovechado el contexto y el rival para conseguir un marcador voluminoso que, además de arreciar (y elevar) la sólida candidatura a la permanencia, ha dejado muy tocado al conjunto canario. Paco Jémez y los suyos tendrán que trabajar de lo lindo si quieren cambiar la situación.

El Girona ha olido sangre y no ha tenido piedad de un equipo sin ánimo y con una propuesta futbolística suicida. Incluso Olunga se ha estrenado como goleador (y lo ha hecho por partida triple). Borja García y Portu han completado una fiesta en que el invitado principal ha sido la debilidad defensiva del Las Palmas. Pérdidas en la salida de pelota, graves errores de la mayoría de los jugadores y Lizoain completamente fuera del partido; el cóctel perfecto para redondear la fiesta de bienvenida del año en Montilivi.

El partido ha acabado con el doloroso marcador para los intereses canarios de 6-0 en la que ha sido, evidentemente, la victoria más clara del Girona en la máxima categoría del fútbol español. Más allá de las buenas sensaciones, los de Machín suman tres puntos muy importantes y legitiman su proyecto en la élite.