Marc Márquez está totalmente concentrado en su recuperación, y ya ha dejado muy claro que la única obsesión que tiene en estos momentos es poder regresar lo antes posible a las pistas, y al 100%. No quiere que se repita el mismo error que en 2020, cuando quiso forzar para reaparecer antes de tiempo, y tuvo una serie de secuelas muy graves, que le impidieron poder disputar con normalidad las siguientes temporadas de MotoGP.
Un problema que todavía le persigue, ya que la última lesión que ha sufrido ha sido, precisamente, en el mismo brazo que se operó tantas veces. Por fortuna, ya había conquistado matemáticamente el trofeo tan solo una semana antes de este contratiempo, y esto le ha permitido poder descansar, y trabajar al 100% en hacer una buena rehabilitación. Y como confirmó en sus redes sociales, no volverá a subirse a la moto en este 2025.
Ya se perdió los Grandes Premios de Australia y de Malasia, y tampoco estará en Portugal ni en Valencia. Ni tampoco, en los test de pretemporada, que era la gran preocupación de Gigi Dall’Igna. Y es que esto significa que no podrá probar la nueva moto al mismo tiempo que el resto de pilotos, y tendrá que esperar un poco más, hasta febrero, para tener la primera toma de contacto con la Desmosedici GP 26. Aparte, no podrá ayudar en su evolución.
Y aunque Marc ha intentado no pensar demasiado en esto, y confiará en los consejos de su hermano pequeño, Àlex, quien sí podrá probarla en el Circuito de Cheste Ricardo Tormo, no puede ocultar que es un dolor de cabeza. Sobre todo, después de conocerse los problemas que hay en Ducati, donde prácticamente no han podido traer nuevas piezas ni materiales, por culpa del sistema de concesiones que hay en MotoGP desde hace un tiempo.
Esto provocó que la marca de Borgo Panigale, que es la única que está en el rango A, tenga congelada la fabricación de un nuevo motor, y prácticamente no pueda hacer test ni modificaciones a la moto. Y no se espera que haya muchas novedades en la GP 26.
Dall’Igna cree que Ducati puede perder su hegemonía
Unas concesiones que el resto de fábricas sí que han aprovechado para conseguir acercarse mucho más a Ducati, como ha sido el caso de KTM o de Honda, y en especial, de Aprilia.
Y esto ha hecho que Dall’Igna esté preocupado por la posibilidad de perder la hegemonía que han tenido en los últimos años. Una preocupación que se ha trasladado también a Márquez.