El nombre de Andreas Christensen vuelve a estar en el centro de las conversaciones en el FC Barcelona. El central danés, que el curso pasado vivió un auténtico calvario con las lesiones y apenas pudo participar de manera regular, parece haber recuperado su mejor tono físico. Una circunstancia que podría provocar un giro inesperado en su futuro, que hasta hace unas semanas parecía estar más fuera que dentro del club.
Una nueva oportunidad
Christensen ha regresado con fuerza y ha dejado atrás los problemas musculares que lo lastraron la temporada anterior. En los entrenamientos se le ve mucho más sólido, con la confianza que caracterizó su primera campaña como azulgrana, cuando se convirtió en uno de los grandes fichajes sorpresa por su regularidad y solvencia en la zaga.

La sensación dentro del vestuario es que el danés está listo para recuperar protagonismo y hacerse un hueco en el once de Hansi Flick. El técnico alemán valora muy positivamente su capacidad para aportar equilibrio en defensa y salida limpia de balón, cualidades fundamentales en el modelo que quiere implantar.
Renovación sobre la mesa
El contrato de Christensen expira este verano y, hasta hace poco, la idea del club era dejarlo salir para aligerar masa salarial. Sin embargo, la situación ha cambiado. Varias voces autorizadas dentro de la entidad consideran que, si el jugador mantiene este nivel físico y competitivo, merece la pena apostar por su continuidad.
Deco, director deportivo, ya ha dejado entrever que no se descarta en absoluto iniciar conversaciones para una renovación. El Barça no puede permitirse perder a un central experimentado, con jerarquía y que, además, llegaría libre al mercado, generando interés inmediato en varios equipos europeos.
Las dos primeras temporadas de Christensen en el Barça son el mejor aval para valorar su futuro. En ellas, demostró ser un futbolista fiable, serio y con gran capacidad de adaptación a diferentes sistemas. Ahora, con la recuperación física completada, la directiva se plantea seriamente darle un nuevo contrato hasta 2027.
La decisión, eso sí, no será inmediata. Se quiere ver cómo evoluciona en los próximos meses y si consigue consolidarse como titular, especialmente en partidos de máxima exigencia. Si lo logra, todo apunta a que el Barça moverá ficha.

Giro inesperado
Lo que parecía un adiós cantado podría transformarse en una renovación estratégica. Christensen ha pasado de estar en la rampa de salida a convertirse en un jugador que muchos consideran esencial para mantener la solidez defensiva. Su futuro depende de sí mismo, pero todo indica que el danés está decidido a dar la vuelta a la situación y quedarse en el Barça.
El giro puede ser sorprendente, pero también lógico: cuando Christensen está al 100%, es un central de nivel top y un activo que el club no debería dejar escapar.