Sólo 45 minutos del partido entre el Barça y el Chelsea, que se ha acabado llevando el conjunto inglés, han sido suficientes para que todo el mundo entendiera los 86 millones de euros que se pagaron por Frenkie de Jong. La nueva estrella blaugrana ha demostrado que es capaz de llevar el ritmo del Barça y sabe qué tiene que hacer en cada momento.

Formado en un ecosistema parecido al de la Masia, entre el Willem II y el Ajax, conoce a la perfección la filosofía que necesita en el Barça. Atrevido, con personalidad y talentoso, ha demostrado en su primera toma de contacto con la camiseta a cuadros que tiene las características idóneas para comandar el medio del campo culé. Y este hecho se ha convertido en un maldito problema para algunos.

De Jong Barça Chelsea EFE

EFE

En esta ocasión, disputando los últimos 45 minutos del partido, ha ocupado la posición de mediocentro. Y ha sacado una matrícula de honor. De Jong ha jugado en el lugar de Sergio Busquets, que ha perdido la pelota en el primer gol del Chelsea.

De Jong ha estado seguro con el balón en los pies, con visión y eficacia de pase del 100% (42 de 42), rapidez, recogiendo la pelota para empezar creando el juego y capaz de adelantar líneas sin perder la posesión. Una actuación de De Jong que deja a Busquets en un compromiso porque sabe que si no mejora su rendimiento podría acabar cediendo su sitio.

Pero no sólo es un aviso para el jugador de Badia, sino que es una referencia para todos los jugadores del medio del campo. Veremos quien se queda y se va, pero ya están advertidos Rakitic, Arthur, Arturo Vidal, Aleñá y Rafinha. Y que no se despisten mucho porque Riqui Puig también llama a la puerta.