Hans-Dieter Flick ha tenido un gran acierto a la hora de pronosticar qué jugadores podían ser útiles para el Barça, y cuáles no tenían el nivel necesario. Porque insistió en dar una oportunidad a piezas que estaban prácticamente sentenciadas, y que se han acabado reivindicando, como Eric García, Raphinha Dias o Ferran Torres, que han mostrado un nivel sensacional desde su llegada, y ahora mismo son titulares indiscutibles en las alineaciones.

Por otro lado, los futbolistas a los cuales obligó a hacer las maletas y abandonar el Camp Nou han fracasado con estrépito en sus nuevos equipos. Pablo Torre no acaba de encajar en el RCD Mallorca, mientras que Pau Víctor o Álex Valle están teniendo un rendimiento discreto en el Sporting de Braga y el Como, respectivamente. Héctor Fort tampoco ha destacado en su cesión al Elche, y Anssumane Fati tuvo una racha increíble de cara a portería, pero ha acabado perdiendo protagonismo en el AS Mónaco.

No obstante, el ejemplo más significativo de todos es el de Oriol Romeu. Nada más poner un pie en la ciudad condal, ‘Hansi’ obligó a Joan Laporta y a Deco a buscar un comprador para el veterano centrocampista. No había tenido regularidad a las órdenes de Xavi Hernández, y el entrenador alemán no consideraba que pudiera ser útil en sus sistemas, así que lo sentenció desde el primer día. El problema es que no pudieron encontrarle un nuevo equipo.

Oriol Romeu

Tan solo el Girona se atrevió a apostar por él, y mediante un préstamo sin opción a compra, que fue un fracaso. No dio el nivel deseado, y esto provocó que Michel Sánchez no hiciera ningún esfuerzo para tratar de retenerlo. El Barça estuvo todo el verano ofreciendo al ex del Valencia, del Chelsea o del VfB Stuttgart a todos los clubes posibles, pero ninguno cayó en la trampa, y finalmente, tuvieron que darle la carta de libertad.

Y desde ese momento, hace más de dos meses, el de Ulldecona ha estado trabajando en solitario, y esperando la llamada de algún conjunto interesado. Una cosa que ha sucedido ahora.

Oriol Romeu volverá al Southampton

Oriol Romeu incluso se llegó a plantear la posibilidad de colgar las botas, a sus 33 años, y después de una dilatada trayectoria por tres de las ligas más poderosas del planeta. Por suerte, podrá vivir una última aventura.

Porque su antiguo equipo, el Southampton, donde llegó a ser el capitán, ha contactado con él. Y parece una simple cuestión de tiempo que sea presentado de nuevo en el St. Mary’s Stadium, donde podrá jugar en la Championship, la segunda división inglesa.