La tensión que existe dentro del box de Ferrari es más que evidente. Invirtieron una increíble cantidad de dinero en el fichaje de Lewis Hamilton hace un año, con un claro objetivo, que era el de volver a ganar. Sabían que sería complicado, por el dominio incontestable de los Mercedes, pero confiaban en la experiencia del siete veces campeón de Fórmula 1, y en su descomunal talento. Pero el fracaso ha sido estrepitoso, al menos, hasta el momento.
Tan solo ha sido capaz de ganar una carrera, y fue al sprint, y en el resto de Grandes Premios ha obtenido unos resultados muy discretos. De hecho, ha acabado habitualmente por detrás de su compañero, Charles Leclerc, quien ha sido mucho más regular. Y viendo la distancia que le separa de Oscar Piastri y de Lando Norris en la clasificación general de pilotos, es imposible soñar con la posibilidad de que puedan conquistar un nuevo título en la casa de Maranello.
Por lo tanto, serán ya 18 años sin ganar en ‘El Gran Circo’, desde que Kimi Räikkönen lo hiciera por última vez en 2007. Lógico, por lo tanto, que ambas partes se planteen separar sus caminos. El británico no está satisfecho con el coche, y ha criticado abiertamente a los ingenieros y a los mecánicos, mientras que la escudería italiana no quiere seguir pagando tanto dinero a un piloto que no ha justificado en ningún momento ser el mejor pagado del paddock.
Hamilton puede acabar dejando Ferrari después de tan solo un año, y esto obligaría a tener que buscarle un sustituto. Y aquí es donde ha aparecido el nombre de Carlos Sainz, que sí dejó un muy buen recuerdo, gracias a su regularidad y a su comportamiento ejemplar. Nunca puso problemas, ni se quejó cuando las cosas no salían como estaban previstas, y se dedicó a seguir trabajando en silencio, y a esforzarse al máximo.
Además, hizo una buena relación con Leclerc, al cual ayudó en todo lo posible para intentar superar a Max Verstappen en la pelea por el título, si bien finalmente no pudieron lograrlo.
Sainz estaría dispuesto a perdonar a Ferrari
La salida de Sainz de Ferrari no estuvo exenta de polémica, ya que nadie le avisó del fichaje de Hamilton, y se enteró por la prensa que su contrato no sería renovado, viéndose obligado a marcharse a Williams.
Pero está dispuesto a perdonar el feo gesto que tuvieron con él, debido a que no es feliz en la marca inglesa, donde no se han cumplido las promesas que le hicieron.