La Real Sociedad atraviesa una de las peores crisis de los últimos años. Con Sergio Francisco al mando, el conjunto donostiarra ha pasado de ser un equipo competitivo a una sombra de lo que fue. Ocho jornadas y solo una victoria son el triste reflejo de una plantilla que no encuentra rumbo, ni identidad. La paciencia en los despachos de Anoeta se agota y el ultimátum está sobre la mesa: si la Real cae en Balaídos ante un Celta desesperado, el técnico podría hacer las maletas antes de que termine el mes.

En el ojo del huracán está Brais Méndez, uno de los grandes damnificados del nuevo proyecto. Lo que antes era una figura intocable con Imanol Alguacil, hoy se ha convertido en un jugador secundario, sin peso en el vestuario y sin confianza desde el banquillo. La situación del gallego refleja la descomposición de un equipo que, tras la marcha de Alguacil, ha perdido el alma que lo llevó a pelear por la Europa y conquistar una Copa del Rey histórica en 2020.

Brais Mendez gritando durante un partido de la Real Sociedad / Foto: Europa Press
Brais Mendez gritando durante un partido de la Real Sociedad / Foto: Europa Press

De héroe a señalado: el desplome de Brais Méndez

Hace apenas dos temporadas, Brais Méndez era sinónimo de calidad, precisión y liderazgo silencioso. Bajo el mando de Imanol, llegó incluso a ser convocado con la Selección Española, consolidándose como uno de los mediocampistas más completos del fútbol nacional. Pero con Sergio Francisco, todo cambió: su rol se diluyó, su confianza se evaporó y su protagonismo desapareció.

Las últimas semanas han sido especialmente duras para el futbolista de Mos. Una publicación en redes sociales del programa ‘Goazen Reala!’ lo retrató como “desconectado” y falto de compromiso, algo que desató la furia del jugador. Su respuesta fue contundente: “no voy a permitir que ni vosotros ni nadie ponga en duda mi compromiso o falta de preocupación, cuando creo que mi compromiso con el club y con el equipo está fuera de cualquier tipo de dudas. Podréis criticar mi rendimiento, o que las cosas no están saliendo como todos queremos, pero de eso a insinuar falta de compromiso o preocupación me parece bastante sorprendente, más aun cuando no tenéis ni idea de lo que cada uno piensa, siente o hace para intentar revertir la situación”, escribió, dejando entrever su malestar no solo con la prensa, sino también con el ambiente que se respira en el vestuario.

Brais Méndez
Brais Méndez

La esperanza de Brais: un cambio de entrenador como punto de inflexión

La clasificación de LaLiga muestra un panorama desolador: la Real roza los puestos de descenso y su fútbol es plano, sin intensidad ni claridad. En los despachos, la directiva de Jokin Aperribay ya estudia posibles sustitutos para un relevo exprés si la situación no mejora ante el Celta de Vigo, un rival que aún no ha ganado, pero que llega con hambre de redención.

Entre los rumores y la incertidumbre, Brais Méndez podría ser uno de los grandes beneficiados de una eventual destitución. Su talento no ha desaparecido, pero necesita un contexto favorable para recuperar su mejor versión. Con un nuevo técnico al mando, el gallego podría volver a ser ese mediapunta determinante que lideraba la presión alta, conectaba líneas y aportaba goles decisivos.

La sensación general es que el vestuario necesita una sacudida emocional. Y esa podría llegar con un cambio de timón. En Anoeta se respira un ambiente de “todo o nada”, y el partido en Balaídos se presenta como una final anticipada. Si la Real vuelve a caer, Sergio Francisco podría firmar su sentencia, y con ello, comenzar una nueva etapa donde jugadores como Brais busquen redención.