El Espanyol ha empatado a un gol contra el Athletic Club y no ha podido cerrar una semana perfecta. Los blanquiazules no han tenido suficiente con una actuación excelente de su jugador franquicia, Gerard Moreno, que aparte de marcar el gol ha completado una exhibición de mucho nivel. Los pericos han despedido la primera vuelta con 24 puntos, dos menos que el año pasado.

El más listo de la clase

Gerard Moreno sabe cómo funciona el fútbol: los resultados son la mejor aspirina para acabar con cualquiera crisis. La dictadura de los puntos impone su ley bajo cualquier circunstancia y el caso de Quique no era ninguna excepción. Los aficionados pericos han mostrado su desaprobación respecto de la actitud de su entrenador ante la posibilidad de marcharse a Inglaterra y, aunque ya anunció que seguiría en el banquillo espanyolista, hoy ha sido recibido con una sonora pitada. Hacía falta una victoria que permitiera pasar página.

Y el alumno más listo de la clase ha vuelto a aplicarse para intentarlo conseguir. Constante, talentoso, goleador y, lo que es más importante, tiene claro que quiere quedarse en casa a pesar de los intentos de muchos clubs por hacerse con sus servicios. Tiene todo el que tienen los mejores alumnos y lo demuestra semana tras semana. Juegue como juegue el colectivo y sea cuál sea el rival, el de Santa Perpètua sigue superando etapas con buenas notas. Progresa más que adecuadamente. Matrícula de honor.

El gol que ha marcado hoy, el undécimo de esta temporada, ha adelantado a su conjunto y lo ha acercado a la tercera victoria en una semana muy provechosa para los blanquiazules. Y ha sido más que significativo: resume en buena medida la temporada de un equipo que depende de su inspiración. Gerard Moreno lo ha hecho todo él, ha recuperado una pelota en la frontal del área y ha lanzado un disparo seco bastante centrado que Herrerín no ha podido parar. Todavía no se había llegado a la media hora de juego en un partido en que las pocas ideas ofensivas de unos y otros han provocado que no pasara prácticamente nada destacable. La estrella ha brillado y ha puesto punto y final al estancamiento colectivo.

Retorno a la realidad

El tanto ha espoleado a los 20.228 seguidores de la grada y a los propios jugadores pericos y los de Quique han podido hacer el segundo. Unos han empezado a calentar el derbi del próximo miércoles contra el Barça con cánticos respetuosos; los otros, han mejorado y han puesto contra las cuerdas al Athletic. La peor versión de los vascos de los últimos años veía cómo se acercaba el segundo gol pero tenido suerte cuando, ocho minutos después, Víctor Sánchez ha vuelto a equivocarse en la fase defensiva. El mediocampista ha perdido la marca e Iñaki Williams ha podido rematar sin oposición un centro desde la izquierda. Demasiado premio para lo poco que habían hecho los de Ziganda. Como en el primer gol, un error ha facilitado las cosas.

Gerard lo hace todo y lo hace muy bien. Es cierto que la recuperación física y futbolística de Granero, la jerarquía de Sergi Darder y el buen momento de Mario Hermoso ayudan a ver una versión más competitiva (que no vistosa) del Espanyol, pero la realidad es que las opciones pericas acostumbran a pasar por las botas del '7'. En la reanudación, cuando los visitantes han despertado y han tenido oportunidades para llevarse los tres puntos del RCDE Stadium, Moreno no se ha limitado a ver pasivamente cómo el Athletic conseguía cambiar las sensaciones y ha liderado la rebelión. Desgraciadamente, la insurrección ha sido poco secundada por sus compañeros.

Los catalanes han conseguido recuperar el control de la pelota pero eso no se ha traducido en más peligro en la portería de Herrerín. Después de dos victorias consecutivas que les han servido para mejorar su posición en la Liga y clasificarse para los cuartos de final de la Copa, el Espanyol no ha podido cuajar una semana redonda. Sea como sea, el hecho de que el proyecto de Quique haya sumado menos puntos durante la primera vuelta respecto del año pasado es una clara demostración del anquilosamiento del mismo.