La situación en el Athletic Club empieza a rozar lo alarmante. Ernesto Valverde vive uno de los momentos más complejos de su tercera etapa en el banquillo de San Mamés: las lesiones se acumulan, el equipo se desploma físicamente en las segundas partes y los resultados en LaLiga han empezado a deteriorarse. En Bilbao no solo preocupa la falta de victorias, sino el origen de una plaga que está condicionando toda la temporada.

El Txingurri, que suele manejar los conflictos internos con discreción, ha dejado entrever un malestar que no es menor. Tras la derrota ante el Getafe, el técnico deslizó un mensaje claro: “La Champions genera mucha ilusión, pero esa no es nuestra competición”. Detrás de esa frase, cargada de intención, se esconde una crítica directa al nivel de exigencia y a cómo se está gestionando el trabajo físico de la plantilla.

Un Athletic al límite: lesiones y desgaste acumulado

Cinco futbolistas lesionados —Iñaki Williams, Aymeric Laporte, Iñigo Lekue, Beñat Prados y Unai Egiluz— más un Yeray Álvarez sancionado hasta abril por dopaje. Una situación límite que ha dejado a Valverde con solo dos centrales disponibles, Dani Vivian y Aitor Paredes, y sin un comodín defensivo como Lekue. A ello se suma un Nico Williams falto de ritmo, cuya falta de continuidad está pesando en el juego ofensivo.

Nico Williams
Nico Williams

El problema no es solo la cantidad de bajas, sino su recurrencia. Según datos internos, el 44% de la plantilla ha sufrido lesiones musculares o sobrecargas en lo que va de curso. Casi la mitad del vestuario ha pasado por la enfermería en una temporada marcada por el regreso a la Champions League, un escenario que exige más rotaciones, más carga y más control del esfuerzo.

Valverde busca respuestas y hay un señalado

Fuentes cercanas al entorno del club señalan que Valverde ha pedido revisar los métodos de preparación física, convencido de que el equipo no soporta el ritmo de la doble competición. Sin apuntar nombres de forma explícita, el técnico ha dejado entrever que el área de preparación física no está respondiendo a las necesidades actuales. En los entrenamientos se intensificarán las sesiones de recuperación y se limitarán ciertos picos de carga.

Ernesto Valverde rueda de prensa / Foto: Europa Press
Ernesto Valverde rueda de prensa / Foto: Europa Press

El bajón físico del equipo en las segundas partes —el 90% de los goles encajados llegan tras el descanso— ha reforzado la idea de que algo falla en la planificación. La sensación es que el Athletic llega justo, sin frescura y con demasiados jugadores entre algodones. Valverde, que siempre ha priorizado el equilibrio táctico y la intensidad sostenida, no puede competir así en dos frentes.

En Bilbao, la Champions se ha convertido en un arma de doble filo: un sueño que ha devuelto al club a la élite, pero que también está pasando factura. Si el Athletic no corrige a tiempo su gestión física, el peaje europeo podría costarle caro en LaLiga, el verdadero objetivo que Valverde no se cansa de recordar. El técnico ha perdido la paciencia y exige soluciones inmediatas.