El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2018 entre River PlateBoca Juniors se jugará en un campo neutral. Así lo ha determinado la Conmebol, que además ha dejado claro que se disputará el 8 o 9 de diciembre.

La entidad ha tomado esta determinación en una reunión con dirigentes de los dos clubs argentinos esta mañana, después del aplazamiento del partido de vuelta que inicialmente se tenía que jugar el sábado pasado en el Monumental de Buenos Aires. Los violentos ataques de los seguidores de River al autobús que llevaba a los jugadores de Boca en el estadio acabaron siendo determinantes en la suspensión.

Asimismo, la Conmebol ha confirmado que se hará cargo de "los gastos de viaje, alojamiento, alimentación y traslado interno de hasta 40 personas por delegación". Además, también se encargarán de establecer la coordinación de seguridad para que no se vuelvan a repetir los incidentes.