El fichaje de Jonathan Tah por el FC Barcelona se ha estancado en las últimas semanas. Aunque el central alemán quedará libre este verano tras finalizar contrato con el Bayer Leverkusen, su creciente cotización y la falta de garantías de titularidad en el Barça han enfriado las conversaciones. A ello se suma un factor inesperado: el futuro de Ronald Araujo está más en el aire que nunca.

El uruguayo, hasta hace poco considerado intocable, ha perdido respaldo dentro y fuera del club. Su bajo rendimiento en varios partidos clave de las últimas temporadas, incluidos los cruces europeos de esta campaña, lo ha convertido en uno de los señalados por la afición. A eso se añade que tiene mercado en la Premier League y en la Bundesliga, y el club lo ve como una de las pocas vías reales para ingresar una suma importante sin debilitar estructuralmente la plantilla. En este contexto, Deco trabaja en silencio para cubrirse las espaldas, y el nombre de Jhon Lucumí ha emergido como una opción muy seria.

Jhon Lucumí
Jhon Lucumí

Lucumí, madurez competitiva y encaje táctico

Con 26 años y una temporada consagratoria en el Bolonia, Lucumí ha demostrado que está listo para dar el salto a un club de élite. El central colombiano ha sido un pilar en el sistema defensivo del equipo dirigido por Thiago Motta, combinando fuerza, lectura táctica y buena salida de balón. Además, su rol en la conquista de la Coppa Italia lo ha puesto en el escaparate europeo.

Para el Barça, representa justo el perfil que se busca: un defensor experimentado pero no indiscutible, con hambre competitiva y capacidad para integrarse en un bloque donde la competencia será alta. Su polivalencia —puede actuar tanto en una defensa de tres como en una línea de cuatro— y su disposición a asumir un rol más complementario son vistos con buenos ojos en el cuerpo técnico de Hansi Flick.

Operación viable en todos los frentes

Desde el punto de vista económico, Lucumí es una oportunidad de mercado. Su contrato con el Bolonia vence en 2026, pero con solo un año restante para negociar antes de quedar libre, el club italiano podría aceptar una oferta asumible. El Barça, en plena reestructuración económica, valora fichajes de coste contenido que no exijan grandes inversiones iniciales.

Además, el propio jugador vería con buenos ojos la posibilidad de llegar al Camp Nou. El reto deportivo y la proyección internacional del club catalán encajan con sus aspiraciones profesionales. Lucumí no llegaría para ser titular inmediato, pero sí como un recurso fiable y competitivo, en un momento donde la salida de Araujo abriría espacio y necesidad.

Ronald Araujo  Europa Press
Ronald Araujo Europa Press

La salida de Ronald Araujo, hasta ahora improbable, se ha convertido en una posibilidad real. Y en ese nuevo escenario, el interés por Lucumí deja de ser una alternativa y pasa a ser una previsión estratégica. Si Tah no llega y Araujo se va, el colombiano puede ser una de las piezas clave en el nuevo Barça de Flick. Un movimiento silencioso, pero con visión de futuro.