Goleada de prestigio del Real Madrid en el campo de la Juventus de Turín (0-3). Los blancos refuerzan su vínculo con la Champions League gracias a un Cristiano Ronaldo estelar, autor de dos goles, uno de ellos de chilena. El Madrid convierte en un trámite el partido de vuelta de los cuartos y refuerza la candidatura a ganar su decimotercera Copa de Europa.

Sin experimentos

Zinedine Zidane ha demostrado muchas cosas desde que se hizo cargo del Madrid en enero del 2016. Y una de ellas es que no toca aquello que funciona. El escenario en Turín invitaba a confiar en la vieja guardia. Aquella a quien no le tiemblan las piernas cuando escucha el himno de la Champions porque se lo sabe de memoria. Y es por eso que ha repetido el once que ganó la final de Cardiff contra la misma Juventus.

Isco Alarcón volvía a la banda para adornar un 4-4-2 que quería proteger el medio del campo. La fórmula de Zidane sólo ha tardado tres minutos en tener efecto. Isco, descolgado y sin marcaje, ha tenido todo el tiempo del mundo para conducir la pelota y enviar un centro al corazón del área para regalarle el 0-1 a Cristiano Ronaldo.

El despiste defensivo de la Juventus propiciaba que Ronaldo estableciera un nuevo récord: 10 partidos consecutivos marcando en la Champions. El gol obligaba a los italianos a cambiar su hoja de ruta. El planteamiento de Massimiliano Allegri caía a las primeras de cambio. Sin embargo, sus futbolistas han reaccionado con amor propio, aceptando el nuevo decorado y pisando, sin acierto, el área de Keylor Navas.

El Madrid imponía tanto respeto como el parche de las 12 Copas de Europa de su manga. Todas sus posesiones destilaban fiabilidad. El equipo se entregaba a un Isco inspirado que siempre elegía la mejor opción y nunca fallaba. La Juve veía la luz a balón parado, pero Keylor alimentaba la mala fama de Gonzalo Higuaín con una parada de portero de balonmano.

La eliminatoria en el bolsillo

La diferencia estaba en las áreas. El Madrid se hacía fuerte, mientras que la Juventus, mediante Paulo Dybala, se quedaba siempre con la miel en los labios. Los blancos esperaban, sin sufrir, porque sabían que tendrían espacios para correr y sentenciar el partido al contragolpe. Un error entre dos veteranos de la Juve, Gianluigi Buffon y Giorgio Chiellini, ha dinamitado la eliminatoria.

Buffon ha salvado bajo palos el gol de Lucas Vázquez, pero sólo ha podido hacer la estatua ante una exuberante chilena de Ronaldo. El portugués, después de muchos intentos, encontraba el premio con el remate más plástico de la temporada. La afición de la Juventus, de pie, aplaudía a un futbolista que ya suma 14 goles en Europa.

Los italianos, como en la última final de la Champions, no tenían argumentos para discutirle el partido a un Madrid imperial. Además, Dybala ha visto la segunda tarjeta amarilla con una falta absurda sobre Carvajal para enterrar cualquier esperanza de darle la vuelta al marcador. Los últimos minutos eran una golosina para un equipo que no dejaba de presionar para hacer mayor la herida contra el líder de la Serie A.

Ronaldo también se ha vestido de asistente para dejar solo a Marcelo delante de Buffon. 0-3. La goleada, como el partido de París, supone un mensaje y un aviso para sus rivales. El Madrid ya está en las semifinales y avanza con velocidad de crucero hacia la final de Kiev. ¿Alguien podrá pararlo?