La caída sin frenos del Real Madrid podría vivir su punto más crítico este domingo en el Camp Nou. Una victoria blaugrana condenaría a Julen Lopetegui, dejaría el club de Chamartín a siete puntos del Barça y, en definitiva, provocaría que el Santiago Bernabéu viviera una de las mayores crisis de los últimos años. ¿Sin embargo, cómo empieza el declive blanco?

La Supercopa de Europa, primera decepción

La decadencia del Real Madrid empieza en Tallinn, Estonia. En pleno mes de agosto, los blancos perdían la Supercopa de Europa contra su rival ciudadano, el Atlético de Madrid, en un partido que se definiría en la prórroga (4-2). Aunque los de Lopetegui demostraron una idea de juego definida, un sector del madridismo empezó a cuestionar la figura del entrenador vasco. El papel de Zinadine Zidane en Europa había sido impecable, y en cambio Lopetegui perdía su primera final al frente del equipo. La sombra del entrenador francés se empezaba a alargar.
 

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Getafe (2-0), Girona (1-4) y Leganés (4-1) pagaron los platos rotos. En las tres primeras jornadas de Lliga el Madrid arrasó gracias a unas grandes actuaciones de Gareth Bale y Karim Benzema. En la Champions League, además, el equipo también apaleó a la Roma (3-0) y la euforia se disparó. La casa blanca, poco abonada a la cautela, empezaba a imaginar un equipo tetracampeón, y los más atrevidos incluso comparaban el juego de los blancos con el del Barça de Guardiola.

El Athletic Club pone en marcha la trituradora

San Mamés supuso la vuelta a la realidad del Real Madrid. En Bilbao, los blancos se dejaron los primeros puntos de la temporada (1-1), y los fantasmas de Lopetegui volvieron a aparecer en escena. "Juego plano", "poca contundencia" o "posesión estéril" fueron algunas de las críticas que el equipo del técnico vasco se llevó.

Sevilla (3-0), Atlético de Madrid (0-0), Alavés (1-0) y Levante (1-2). El Madrid sumaba un punto de doce posibles, hecho que se traduciría en una insólita séptima posición. Antes, en la Champions, la competición fetiche del Madrid, los de Lopetegui también caían derrotados en Moscú (1-0) contra el débil CSKA. La trituradora se puso en marcha: Marco Asensio, de futuro Pilota de Oro a jugador sobrevalorado, Isco, de mago del esférico a futbolista inoperante, Sergio Ramos, de líder de la defensa a capitán discutido.
 

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Y en medio de la tormenta, el clásico. La afición busca culpables y nadie puede eludir a las críticas, especialmente Lopetegui, condenado en caso de perder contra en el Camp Nou.

Cristiano, el añorado

El problema principal que está teniendo el Madrid es la falta de gol. En temporadas anteriores, la voracidad de Cristiano Ronaldo garantizaba una cantidad ingente de dianas en todas las competiciones. Este verano, después del adiós del portugués en la Juventus, la cúpula del club blanco decidió que la responsabilidad de anotar la deberían asumir los futbolistas que ya estaban en la plantilla. El resultado, sin embargo, ha sido nefasto. Ni Karim Benzema ni sobre todo Gareth Bale se han hecho cargo de esta faceta y ahora el Madrid lo paga.
 

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Las cifras no mienten: la temporada pasada, a estas alturas los blancos habían conseguido diecinueve goles, mientras que este curso sólo suman trece. Además, con 481 minutos, el equipo de Lopetegui ha tenido el dudoso honor de establecer la peor racha sin marcar de la historia del club.